Es habitual escuchar entre escritores teorizar sobre el temido bloqueo creativo, el famoso síndrome de la hoja en blanco o simplemente el hartazgo por no verse recompensado por el esfuerzo.
Llevo varios meses desechando borradores desde que me lancé a escribir una nueva novela. Noté que la escritura no fluía como solía, la trama prevista se desvió a lugares donde no me sentía cómodo y la historia no llegaba a ser redonda. Tras varios intentos para organizarme de manera profesional, comprobé que no me llenaba lo escrito y terminó todo en la papelera del ordenador. Mas de ochenta páginas escritas, diversos bocetos inconexos deslavazados que no llegaban a nada desaparecieron junto con los meses de trabajo que necesité para plasmar ese manuscrito fallido.
La cocina, otra de mis pasiones, ocupó mis horas de manera muy intensa y satisfactoria. Necesitaba un cambio de ritmo, un receso para ilusionarme de nuevo. Mi cerebro sigue escribiendo mientras mi alma se libera de la presión por teclear un nuevo manuscrito que mejore mi última novela, "Quién".
Me obligué a mantener despierta mi pasión por la escritura publicando un relato cada domingo en mi blog www.cuentameagoramon.com Con gran esfuerzo, obligado por la voluntad más que por el placer he logrado cumplir mi compromiso con los lectores que con paciencia me apoyan con cada nuevo relato.
La pasión obligada mata lo divertido y muta hacia un trabajo rutinario aburrido y desmotivador.
No me voy del todo, siento que necesito liberarme de obligaciones mientras aprovecho el periodo estival para dedicar este tiempo de descanso para reposar mi libertad creativa. Necesito recuperar la ilusión y el placer por crear historias golpeando las techas de mi MacBook.
Oficialmente estoy en bloqueo, espero que lo comprendas. Volveré. Cerrado por vacaciones.
Todo tiene su momento y ahora te toca descansar! Gracias por tus entretenidos relatos y hasta pronto!
ResponderEliminarSeguro que la inspiración vuelve cuando menos te lo esperes! Feliz verano!