23.1.23

Rebajas

 


–Me gustaría ir al Centro para descambiar una cosa y conseguir una chaqueta nueva y sabes que me fío mucho de tu criterio– la caída de ojos tierna e interesada de Sofía hace irresistible su argumento y el jugueteo de los dedos con el primer botón de su escote, con ese movimiento insinuante de ahora abro y enseño, ahora cierro y te quedas con las ganas... Sabe que su propuesta no casa con el plan ideal de su marido Juan, ni por asomo en el universo más complejo y lejano a su realidad habría imaginado que le iban a proponer como plan estrella del sábado por la tarde ir de rebajas.

 

Sofía sabe cómo convencer y sonreír a cada paso para ganarse la voluntad de Juan, él espera que su esfuerzo tendrá recompensa como solo Sofía sabe hacer y por experiencia sabe que eso será más tarde, terminará insinuándose por sorpresa a una hora desacostumbrada para adornar más la picardía.

 

Tras dos semanas de periodo de rebajas, Juan alimenta su esperanza de que la afluencia de compradoras sea escasa, sabedor del tiempo que se toma Sofía para enfundarse en las prendas que va eligiendo y de las dificultades para acceder a los probadores por la enorme demanda de compradores a la espera de su turno.

 

Primera hora de la tarde y le cuesta encontrar una plaza libre en el aparcamiento subterráneo de la calle Velázquez, estratégicamente situado en el centro de la Milla de Oro, territorio conocido del Barrio cercano al Parque de El Retiro donde coexiste la mayor concentración de tiendas de marca de toda España.

 

Visto desde arriba, las aceras son insuficientes para organizar el tráfico humano con cambios de ritmo a cada escaparate. Concentración de rubias de bote perfumadas en exceso, vestidas con ropas cómodas de marca. Solas o por parejas buscan, tocan, comparan y revisan todo tipo de prendas que van desechando sucesivamente salvo que encuentren algo parecido a lo que idearon en su plan de compra perfecta.

 

Sofía escoltada por Juan accede por una ancha puerta de carruajes que permite descubrir una de las manzanas de comunidad propias del Barrio de Salamanca. Los edificios se construyen siguiendo las lindes de unas calles separadas más de lo habitual entre las paralelas lo que permite edificar alrededor de un patio de comunidades ancho y alargado. Algunos se convierten en jardines secretos que disfrutan sus pocos vecinos, otros se reconvirtieron en galerías comerciales aprovechando los bajos de los edificios colindantes.

 

El flujo humano desciende dentro de estos grandes patios, los locales comerciales ofrecen mercancía más exquisita lejos de la mordaza propia de las grandes marcas de consumo, viajes exóticos a medida, una financiera especializada en hipotecas inversas y productos de ahorro para la jubilación, un anticuario con muebles señoriales propios del barrio y en la esquina del fondo, un local con cristales tintados de negro sin rotular.

Sofía pulsa el timbre y de inmediato el característico zumbido permite la entrada al local. Un mujer con los treinta avanzados, muy bien vestida con un vestido al vuelo que luce sobre unas piernas interminables gracias a sus tacones altos en demasía, pelo con mechas sutiles, sonrisa blanqueada y voz amable sale a recibirles.

 

–¿Sofía Llanos? Me alegro de conocerla, pasen por favor, Mariana les está esperando.

 

Juan no sabía que tuvieran cita ni para qué aunque se encuentra encantado admirando a la treintañera.

 

–Señor, puede esperar en esta salita ¿le apetece un café mientras espera?

 

Sofía entra en una sala situada enfrente donde una mujer de su misma edad la recibe de pie frente a la puerta.

 

–Buenas tardes, Sofía, veo que te has decidido. ¿Necesitas que te recuerde las condiciones del renting temporal?

–Gracias, lo tengo claro, no es necesario.

–De acuerdo, entonces solo nos tienes que concretar el plazo de duración del contrato para determinar la conservación y si nos cedes para co-reting tu fianza, lo que reducirá bastante la factura mensual.

–Eso sí que necesito recordar. Estoy pensando en tres meses, solo para el invierno. ¿Qué precio se queda final?

–Mira, aquí tienes la oferta con todos los detalles.

 

Rotating arranged marriage. Rental contact. (1)

 

La cliente elige la duración de su contrato, con un mínimo de un mes y hasta un máximo de doce meses. Ofrecemos dos modalidades con o sin pacto de recuperación de la fianza. 

 

El precio final se puede reducir en hasta un cuarenta por ciento si la cliente cede a terceros, seleccionados por Happy Wife (2) (en lo sucesivo, La compañía), el uso de la mercancía entregada como fianza.

 

Durante la duración de este contrato, la cliente dispone del uso y disfrute de un varón de compañía seleccionado por ella entre los candidatos propuestos por La compañía, responsabilizándose de su cuidado, alimentación y acogimiento en los mismos términos que disfruta la mercancía entregada como fianza.

 

Los varones, tanto el recibido como parte del contrato como el entregado como fianza, reciben el mismo tratamiento de limpieza de memoria de forma que sus recuerdos del periodo contratado serán una repetición de otros similares almacenados en su cerebro.

 

La compañía se reserva el derecho a rescindir el contrato en caso de fallecimiento o enfermedad grave de alguno de los varones. 

 

En el caso de que la cliente decida, tras el periodo contratado, no recuperar su mercancía de fianza, compensará a La compañía con el equivalente de doce meses de alquiler en concepto de comisión por las gestiones para vender su mercancía usada.

 

–Tres meses, vamos a empezar con poco. Y quiero recuperar a Juan al final del contrato, sin cederle en este tiempo.

–¿Está segura? Si lo haces por él, te aseguro que no recordará nada de lo que le ocurra en este tiempo con otra mujer. Si lo dejamos aparcado, te va a salir muy caro el servicio.

–No es por lo que él pueda recordar, sino por mí. Me avergüenza que otra mujer conozca lo malo que es en la cama...

 

 

Nota 1: Matrimonio de rotación concertado. Contrato de alquiler.

Nota 2: Esposa feliz

 

 

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