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De: Club de Debate (Universidad Madrileña de Liderazgo - UML)
Asunto: Convocatoria para El Juego.
"Estimado alumno:
Como cada año, en la segunda quincena de octubre, abrimos el proceso de selección de los nuevos miembros del Club de Debate.
Esta semana será la primera de las tres pruebas de acceso para el prestigioso club de debate de la Universidad, llave de todas las puertas a la excelencia y al liderazgo en nuestro campus. Club exclusivo donde tradicionalmente han sido socios los mejores expedientes académicos de la Universidad.
A esta primera oportunidad podrán asistir un máximo de cinco participantes con un mínimo de tres, que serán seleccionados mediante sorteo entre los candidatos solicitantes.
Se trata de un juego donde se premia la capacidad de conversación y la capacidad de darse a conocer a las personas. El tema de conversación se elige aleatoriamente eligiendo una carta de una baraja de cincuenta y dos, cada una de ellas tiene escrita una pregunta que será leída por el jugador a quien le haya correspondido contestar a la pregunta anterior y será quien decida hacia quién va destinada la nueva pregunta. Esa carta no volverá al mazo para evitar su repetición.
Se sorteará entre los jugadores a quién le corresponderá abrir el juego. Ningún jugador puede preguntarse a sí mismo. Las respuestas deben ser, en apariencia, sinceras y deben satisfacer la curiosidad de todos los participantes en la mesa del juego y al árbitro. Todas las preguntas son abiertas aunque por su formulación puedan responderse con un sí o un no, todas exigen argumentación.
No está permitido no contestar. Se valorará positivamente que tras una respuesta directa se abra el debate entre todos los jugadores. Como se trata de un juego que exige concentración y seguir una conversación, quedarán requisados en una caja fuera de la habitación todos los móviles y dispositivos electrónicos que puedan distraer a los jugadores, incluidos los relojes.
El vencedor será elegido entre los propios jugadores, en caso de desacuerdo, la decisión final corresponderá al árbitro. El único requisito para ser invitado a ser miembro del Club de Debate es proclamarse vencedor de una de las tres rondas de El Juego.
Los interesados en participar deben inscribirse en el enlace al pie de este mensaje antes del próximo miércoles."
El viernes, expectación máxima en la sala del Club de Debate, asisten como espectadores todos sus miembros. Eligen a Esteban, el socio más antiguo del Club al igual que la presidente y el secretario. Una persona meritoria reconocida por todos como justo y sobre todo, gran escuchador.
Veinticinco alumnos han solicitado participar. Un treinta por ciento del total de matriculados al primer curso. Los veinticinco esperan expectantes tras la puerta. A la hora señalada, Esteban bajo el marco del acceso levanta la mano demandando silencio para anunciar los cinco elegidos por la suerte.
–Ruego a los nombrados accedan al interior de la sala para disfrutar de El Juego, el resto de los solicitantes seréis convocados la semana que viene para la siguiente prueba que esta vez sí será para todos.
El silencio duele cuando la suerte es quien decide el destino. Los cinco elegidos tendrán tres oportunidades para poder conseguir la membresía codiciada por todos. Una por cada prueba de selección.
–Rocío Nieve, Laura Bandín, Sergio Contreras, Lucas Trona y Mercedes Peinado
La suerte está echada. Los participantes eligen su posición sentándose en las sillas situadas en el centro de la sala. Situadas en forma circular, siendo la principal y más cómoda, propiedad del árbitro, Esteban.
El sorteo determina que la primera pregunta la realizará Sergio. Mezcla el mazo con paciencia mientras reparte su mirada entre el resto de los jugadores. Ojos de mirada penetrante, de color negro donde el iris y la niña apenas se distinguen, llegan a intimidar. Juega con esa sensación, disfrutando del nerviosismo creciente entre los participantes mientras baraja las cartas entre sus manos. Finalmente corta el mazo y selecciona la primera de arriba.
–La primera pregunta es: ¿Sueles abordar a las personas que te gustan, o te puede la timidez?
Una pregunta incómoda, sobre todo para aquellos a quienes la seducción es un reto inalcanzable. Revisa con su mirada la reacción de los participantes al escuchar la pregunta y elige a su víctima.
–La pregunta va dirigida a Laura Bandín.
–Cuando alguien me gusta– comienza Laura– llamo su atención de manera sutil, continuada en el tiempo alimentando su interés por mí y alentándole para que se me acerque. La habilidad mostrada en el acercamiento decidirá mi admisión a su cercanía.
–Eso no responde a mi pregunta. Estás definiendo una estrategia de seducción más pasiva pero no me queda claro si es por timidez, comodidad o por qué razón. Tampoco consigo saber el grado de éxito que consigues con esa estrategia. ¿Puedes contestar a la pregunta, Laura? Gracias.
Laura se remueve en la silla, incómoda con la reacción de su compañero. No estaba preparada para este ataque. Muerde levemente su labio inferior calmando su posible reacción racial, como todo en ella. La respiración sube su ritmo marcando el ascenso y recuperación del volumen de su pecho. Interiormente cuenta hasta tres y completa su argumentación.
–Puedo comprender que a los faltos de habilidad en seducción le pueda parecer que mi estrategia es facilona o incluso vacía. El intentar influir en los deseos de una persona utilizando otras herramientas distintas a la entrada directa es mucho más sutil y efectivo que un intento sin preparación repleto de frases convencionales. Siento que no sepas valorar lo efectivo de mi estrategia frente a la que parece que insinúas como la única válida que no deja de ser la típica entrada torpe propia de los inexpertos o rudos. No sé medir el éxito de una estrategia frente a otra, solo sé que a mí me funciona y que actores directos y agresivos como parece que puedes ser lo que tú prefieres, conmigo no tienen ninguna posibilidad. Con mi modelo, selecciono a la persona idónea y la invito a acercarse. Si me acerco yo, lo más probable es que la espante.
–Totalmente de acuerdo– interviene Rocío. Una mujer directa suele acongojar a los varones. Todos estamos llenos de ideas preconcebidas, de juicios de valor o sesgos que hemos ido aprendiendo por educación, cultura o costumbre. Una mujer activa en la seducción puede ser conocida como ligera de cascos, facilona o incluso considerarla por los varones como buscona. Una mujer insinuante se convierte en modelo de deseo incrementando el interés del varón elegido. Si además es de belleza reconocible como Laura, más posibilidades de espantar tiene.
–El razonamiento también es válido si se trata de una mujer la elegida. No necesariamente la estrategia que define Laura es heterosexual – Opina Mercedes.
El árbitro otorga un pequeño lapso de segundos esperando la intervención de Lucas o la réplica de Sergio. No llegan. Con una seña, indica que es el turno de Laura. Quien aparta la carta elegida anteriormente y vuelve a barajar, fijando su interés en el mazo. No quiere que su torpeza con los naipes la traicione. Elige su carta y mirando a Lucas, lee la pregunta:
–Lucas, ¿Alguna vez has discriminado a alguien?
De nuevo una pregunta donde los sesgos inconscientes gobiernan nuestro comportamiento frente a determinadas personas por su sexo, raza, religión, vestimenta o acento.
El juego se extiende durante tres horas que se harán muy largas para alguno de los participantes por las verdades que se ven obligadas a exponer, muchas de ellas pertenecen al baúl de sus secretos. Las sonrisas se van oscureciendo, el peso de las revelaciones dobla sus entrecejos hasta cambiar los ánimos y las seguridades.
Suenan preguntas que no dejan indiferente a nadie:
–¿Has estado enamorado de la pareja de un familiar? Ahondando en situaciones conflictivas que casi todos prefieren esconder.
–¿Cuándo y en qué situaciones, quieres comportarte mal? Obliga a plantear tus límites morales.
–¿Cuál es tu última búsqueda en Google? Puede resultar algo embarazosa.
–¿Cuántas personas te odian? Saca a relucir tus conflictos y enemistades.
–¿Has hecho algo ilegal en la últimas semanas? Aunque solo sea un exceso de velocidad es probable que alguna ley hayamos infringido.
–¿Te gusta comer caracoles? Puede ayudar a reflexionar sobre comidas que no todo el mundo es capaz de meterse en la boca. Puede ser conflictiva si se pregunta sobre el plazo típico de la zona.
–¿Qué parte de tu cuerpo es la que menos te gusta? Complejos físicos de cada persona.
– De tus amigos, ¿quién es el más (o la más) irresponsable? ¡Qué mejor que hurgar en los trapos sucios!
–¿Cuál es la pregunta que más odias que te hagan? Una manera de ser incómodo.
–¿Entregarías a tu mejor amigo a la policía si supieses que es culpable de un crimen? Los límites de la amistad.
–¿Quién es la persona más importante en tu vida? Dar una oportunidad a los sentimientos.
Un juego holandés con una dinámica muy parecida a esta se está promocionando en Amazon y a través de redes sociales. Un conjunto de preguntas incómodas para responder en pareja, familia o amigos. E incluso para conocer a nuevas amistades.
Si necesitamos un juego para aprender a hablar entre nosotros es que la sociedad necesita una revisión. Menos tecnología y más trato. La amistad se mide en cercanía y abrazos no con "me gusta", "likes" o "+" en las redes sociales.
Hablar y escuchar. Simple y complicado a la vez.
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