12.11.21

Los inconformes

 


Miguel se despierta cada mañana con el breve rumor que provoca el encendido del BMW del nuevo vecino. Puntual como cada día laborable a las seis y cuarto sube a su coche, conduce con cuidado respetando el descanso de los vecinos de la urbanización El Valle situada en una zona privilegiada junto al lago a los pies de la montaña. En coche es una hora de viaje, si no hay tráfico que lo retrase, hasta el centro de la ciudad.


Se despereza mientras levanta la persiana y abre la ventana renovando el cargado aire de su habitación. Huele a hormonas activas con veinte primaveras, las mismas que dirigen su vida a trompicones y que le distraen en las clases en la universidad. Demasiadas mujeres como para centrarse. Las luces en casa del vecino comienzan a tomar vida, es la señal que se ha marcado para apagar las suyas y permanecer quieto en la oscuridad, el premio de cada mañana va a suceder. Desde que se mudaron los nuevos vecinos hace cuatro meses, ninguna mañana de día laborable falla a su cita Gloria, la vecina vikinga, rubia, delgada con piernas largas y curvas perfectas, cruza su estancia en dirección al baño con su elegante y atractivo desnudo. Exagera el movimiento de sus caderas en un gesto inconsciente al sentirse observada. Apenas cuarenta segundos de desfile son suficientes para alegrar la vista a Miguel. Tras el desfile inicia su rutina de aseo previo a un desayuno precipitado y sale en coche en dirección a la universidad.


Gloria y Evan se presentaron a todos los vecinos de la urbanización el día que compraron la casa que perteneció a la duquesa de Morillo. Al fallecer, sus hijos decidieron repartirse la herencia y poner en venta la casa de la sierra donde residía la madre huyendo del calor durante los meses del verano. Era una mujer agradable y muy buena vecina, siempre tenia tiempo para conversar con los demás demostrando una capacidad de escucha y empatía por la que era muy bien valorada. Se fue a los noventa años aparentando sus perpetuos diez menos, tal era su vitalidad y nervio que la mantuvieron muy activa hasta el último día. El acento teutón de Evan y la imagen de Gloria hizo que les bautizaran en la comunidad como los alemanes. Educados y modernos, matrimonio joven con una hija de dieciséis años. Imagen de triunfadores, él directivo de una multinacional sueca líder en aeronáutica y ella aparentemente se encarga de la casa, realmente su actividad, desconocida para sus vecinos, es comunicadora “influencer” en redes sociales fundamentalmente para los países nórdicos, disfruta de gran éxito en Suecia y Dinamarca. 

 

Miguel antes de arrancar su Ford Fiesta de segunda mano echa un vistazo a la casa de los vecinos, intuye que le observan sin que sea capaz de determinar desde qué ventana lo hacen. Tiene unos tres cuartos de hora hasta la facultad de derecho, antes pasará por el pueblo vecino para recoger a Arturo, su compañero de estudios y viajes diarios.

 

Gloria observa a Miguel desde la pantalla del circuito cerrado de televisión que controla el perímetro de su terreno, varias cámaras cuidan de la seguridad de la familia. Le gusta ver cómo la curiosidad del vecino repasa toda la fachada de su propiedad. Se sonríe al recordar su paseo provocador de cada mañana, sabe que la observa y nota sus miradas de deseo cada vez que coinciden en el exterior. Es un amor. Enciende su sistema de climatización para atemperar su estancia de trabajo, necesita justo el tiempo que tarda en ayudar a Linda repasando que no olvida nada de lo necesario para el día en el colegio; en pocos minutos la ruta pasará a por ella y no regresará hasta eso de las seis de la tarde. Una vez parte Linda hacia su colegio irlandés, regresa a su zona de trabajo que ya ha alcanzado la temperatura con la que ella se encuentra confortable para desarrollar su trabajo. Enciende sus cámaras y prepara su nueva emisión en directo de su canal en YouTube. Cuida a sus millares de seguidores tratando de desvelar cada día un truco para desentrañar el complejo mundo de la ingeniería química para mejorar el planeta. Tiene experiencia y una ventaja extraordinaria sobre sus seguidores, ella y su familia son parte de los veinte privilegiados del club+2, un minoritario y selecto grupo de elegidos nacidos dos siglos más adelante. Pertenecen al siglo XXIII. 

 

En el año 2.210 la humanidad se enfrenta a un dilema que pone en peligro su existencia como especie, la reproducción humana poco a poco se delegó a la Inteligencia Artificial para determinar las mejores combinaciones genéticas posibles y establecer las uniones en función de los parámetros de éxito con mayor probabilidad. La Inteligencia Artificial como toda herramienta basada en los datos, depende de estos para la toma de decisiones. La clase dominante controla la generación de datos, reduciendo las estadísticas a los referidos por el grupo dominante, olvidando el resto de la humanidad. Esta búsqueda de la excelencia genética limitando la muestra a un pequeño grupo, reduce peligrosamente la variedad cromosómica llegando la humanidad a un punto de caída preocupante de la natalidad. La mayor parte de los nacimientos resultan ser inviables entre otras razones por la alta tasa de similitud cromosómica entre los reproductores elegidos. En definitiva, eligen a los reproductores entre familiares y asociados cercanos del mismo nivel dirigente, todos de la élite. En pleno siglo XXIII repiten el mismo error que sufrieron las antiguas monarquías europeas donde la consanguinidad terminó por reflejarse en taras, deficiencias, enfermedades y esterilidad. 

 

El triunfo de las leyes supremacistas muere de éxito al reducir la variedad genética entre los considerados viables, la élite del gobierno del planeta. Para el resto, considerados inferiores, ejercen un control exhaustivo sobre la natalidad, esterilizando a la mayor parte de la población y seleccionando a una minoría para la reproducción de la futura mano de obra sirviente.

 

Un grupo de humanos opuestos al sistema optaron por emigrar lejos de la influencia y el control directo de los dirigentes, emigrando al norte de la antigua Noruega, lejos de las regiones productivas y civilizadas organizan su sociedad en igualdad y sin cupos limitantes para cada actividad. Sus ciudades se asemejan mucho a las de principios del pasado siglo XIX. La clase dominante se despreocupa de estos pocos grupos de hippies rebeldes asentados a miles de kilómetros de la civilización separados por el desierto de Germania que ocupa la mayor parte de la antigua Europa. 

 

Estos resistentes deciden vivir según las costumbres y las antiguas leyes europeas, en democracia, evitando el control de la natalidad y eligiendo a sus parejas por mutuo deseo. Se autodenominan como los inconformes y se saben fuera del sistema, desconocidos por la mayoría sometida de la población gracias al control ejercido por la minoría dirigente que limita la información y controla la totalidad de los recursos del planeta, convirtiendo a los inferiores en mano de obra dependiente de todos los servicios. Otros resistentes viven dentro de los territorios controlados por el sistema y son excluidos de la vida normalizada. Si tienen descendencia no regulada, sus hijos pierden los derechos a la educación, la sanidad o la vivienda. Suelen verse obligados a vivir en las zonas limítrofes casi abandonadas por ser poco productivas. Se asientan en Europa, Australia, Nueva Zelanda o América de Norte. 

 

El mundo se dirige desde África, dejando al resto de continentes un papel secundario. La humanidad se ha lanzado a colonizar nuevos planetas, reservándose la élite dirigente las plazas asignadas para los nuevos asentamientos humanos. Solo a unos pocos inferiores se les permite viajar a las colonias, con el único fin de encargarse de las labores de mantenimiento y limpieza. Firman contratos vitalicios donde se aseguran beneficios educativos y de salud para sus descendientes. Mientras estos son menores de edad quedan atendidos por uno de sus progenitores hasta el día que cumplen dieciocho años, ese día se les asigna una función en la sociedad y el padre o madre cuidador queda liberado de su labor. Como agradecimiento por su tarea reproductiva, el sistema le entrega un permiso especial para viajar a otro planeta con validez para los próximos doce meses. Entregando además un billete pagado de ida para viajar hasta la colonia donde sirve su pareja, si lo desean, pueden reunirse y quedarse a vivir juntos en la colonia. La decisión más habitual es quedarse en la tierra, demasiados años separados termina por alejarles. Permanecer en la Tierra tiene sus ventajas, son recolocados por el sistema como “padrinos” de futuros padres, realizando una función como “abuelos” de las nuevas generaciones. 

 

Gloria y Evan pertenecen a los inconformes europeos opuestos al régimen que además son perseguidos por sus ideas y sufren una continua censura de sus comunicaciones. Evan junto con otros disidentes diseñaron un sistema cuántico que les permite viajar en el tiempo. Las pruebas realizadas demostraron su capacidad para retroceder al pasado, sin que hasta ahora hayan podido probar la posibilidad de regresar a su presente, la confirmación será en tiempo real en el momento que salga el primer viaje tripulado por humanos. Las pruebas las han realizado enviando al pasado mini robots que debían enterrar evidencias en localizaciones concretas, Evan y su grupo localizaban en esas zonas definidas encontrando las pruebas dejadas por sus robots enviados al pasado. Funciona hacia atrás, la prueba definitiva para probar la capacidad para regresar a su propio futuro será el próximo viaje real con humanos.

 

Durante dos años Gloria estudió con detalle la historia del siglo XXI anotando los hitos y las personas claves opuestas a las nuevas ideas supremacistas que no pudieron frenar el despegue intelectual que llevaría, dos siglos más tarde, al poder absoluto del gobierno global de una minoría excluyente. El poder, el acceso a comida y el sedentarismo cambió en un par de generaciones la fisonomía de los nuevos dirigentes, tradicionalmente altos, delgados y fibrosos variaron a anchos y musculosos con tendencia al sobrepeso. Con la información conseguida por Gloria se fijaron las misiones del grupo elegido. 

 

Veinte voluntarios se prestan a un viaje al pasado sin garantía de retorno.  Todos los voluntarios estarían encantados de vivir el resto de su existencia en el siglo XXI, a pesar de conocer las pandemias, violencia y guerras sufridas en esos años, saben que es un mundo mejor del que provienen. Cada uno de los veinte viaja con una misión clara con el fin de salvar su civilización en el futuro. El objetivo es modificar sutilmente la historia para evitar el triunfo supremacista excluyente.

 

Antes de partir, calculan la posición exacta de la Tierra, el Sol y la Vía Láctea en la fecha elegida. Determinar con exactitud la posición del planeta en la fecha elegida es la manera de asegurarse no terminar en la nada absoluta del espacio. La rotación de la Tierra alrededor del Sol fija una posición para cada día del año, el propio Sol rota e incluso la Vía Láctea también gira sobre su eje. Esas rotaciones suponen que el espacio temporal cambia a cada minuto. Un error de cálculo fijará el destino del viaje en un punto del vacío espacial lo que supondría la muerte de los viajeros.

 

Gloria calculó el destino ideal de cada uno de los viajeros de acuerdo con sus misiones entregadas. Evan y ella simularán ser pareja para dar cobertura a Linda. El resto viaja como solteros. Cada viajero tiene un objetivo definido, en algún caso, reproducirse con personas clave del futuro mundial que según la historia no dejaron sucesión para interesa mantener su carga genética hasta el siglo XXIII; en otros casos, asociarse o amigarse con personas clave que en un futuro próximo ocuparán papeles determinantes en la investigación científica, el campo militar o influyentes políticos determinantes en la toma de decisiones para el planeta. 

 

Coordinan las acciones en un intento de evitar el triunfo supremacista que tanto mal provocará en el futuro. Los destinos de los viajeros coinciden con regiones dominantes y acomodadas del siglo XXI, Francia, Alemania, Canadá, Australia, Italia, Dinamarca y España. 

 

A Gloria se le asignó emparejarse con Miguel, un estudiante de derecho cuatro años más joven que ella. Repasando el informe que debe memorizar sobre su objetivo descubre que su nuevo vecino llegará a convertirse en un dirigente clave en el desarrollo del nuevo orden mundial, una figura política muy apreciada en su época y al que se le reconoce la habilidad de anticiparse al peligro supremacista, al morir sin descendencia nadie tomará el relevo de sus vigías y el mundo quedará indefenso ante el cambio silencioso que se les avecina. 

 

Evan gracias a sus conocimientos de ingeniería aeroespacial avanzada con 190 años de evolución científica de ventaja, en poco tiempo consigue ascender hasta el puesto de director de la multinacional sueca en España. Su misión en este viaje se llama Elvira, ingeniera de climatización y aero termia. Saben que será la diseñadora de un modelo de climatización inteligente para edificios polivalentes capaces de exportar clima de manera consistente a un radio exterior de un par de cientos de metros, un sistema que con pocas modificaciones y mejoras perdurará hasta el siglo XXIII. Su carga genética, según la historia, también se perderá y con ella la posibilidad que otro humano herede sus habilidades para entender la transferencia entre calor y frío. Los modelos de climatización serán imprescindibles para sobrevivir en un recalentado planeta Tierra donde la temperatura media supera en seis grados las habituales del siglo XXI. 

 

Elvira es un objetivo complejo, ingeniera que vive solo para su trabajo, no se siente cómoda en el trato humano y huye del contacto social. En cierta manera su comportamiento recuerda a un asperger, diagnóstico descartado por varios especialistas consultados antes del viaje. Opinan que ella es el resultado de crecer en un ambiente frío y distante donde el cariño no se demuestra nunca, aún guardando las apariencias, lo cierto es que Elvira no ha disfrutado de ni un solo abrazo en su vida. Toda relación siempre que ha mantenido ha sido siempre muy lejana. Lo más parecido a un abrazo eran las dos palmadas, dos, con las que le premiaba su padre en cada entrega de calificaciones. En definitiva, una ingeniera aburrida y fría. 

 

Los estudios previos determinaron que Evan y Elvira son súper compatibles genéticamente y el resultado tiene una probabilidad de ser un súper dotado para la ingeniería y el diseño. 

 

Evan incrementa la frecuencia de contactos con Elvira desde el ámbito profesional para ganarse su confianza. Estructura una reunión semanal de seguimiento para supervisar los avances en los diseños. También establece una reunión informal, a solas con Elvira, donde este le ofrece pistas y sugerencias sobre mejoras que puede incluir en sus proyectos. Esas reuniones sirven para despertar en Elvira una atracción profesional hacia el nuevo jefe al que admira por su visión de la ingeniería. No le es fácil encontrar un talento superior al suyo y esa novedad crea en ella una complicidad creciente y un deseo por compartir tiempo juntos. Se reconoce que comienza a apreciar estas reuniones con el jefe. Poco a poco van encontrando puntos en común que les permite explorar temas personales. Evan deja caer que su supuesto matrimonio está terminado e incluso le anticipa sus planes de divorcio. Aún así, Evan ante las nulas señales por parte de Elvira siente que está lejos de conseguir su misión. Es tan fría y distante que no sabe si está interesada o disgustada. Evan dispone de un tiempo limitado para encauzar su misión, doce meses, si en esa fecha no lo consigue, él es el elegido para pilotar la nave de regreso con el resto de inconformes que hayan fallado en los primeros pasos de sus misiones. Un plazo razonable para evaluar si existen probabilidades de éxito o si se necesita una redefinición de las misiones, de regreso a casa y previo a organizar otro viaje con los deberes mejor preparados o seleccionando personas más afines.

 

Gloria diseña invitaciones coloridas y divertidas para repartir entre los vecinos de la urbanización, celebrarán una fiesta de inauguración de su casa, ahora que han finalizado los albañiles la reforma de su casa. La han modernizado incorporando avances tecnológicos desconocidos hasta la fecha en el entorno. Será la puesta de largo de “su familia” en la comunidad. Acude personalmente a las casas, una a una, dedica un rato a conversar con los vecinos y les entrega la invitación rogándoles que no falten a la fiesta que tendrá lugar el próximo sábado por la tarde. Se espera un día de clima bonancible que aprovecharán para lucir el jardín recién replantado. Su ruta finaliza en casa de su vecino Miguel, la atiende la madre del estudiante que la invita a pasar, asegura que asistirán sin problema y que preguntará a su hijo pues sabe que está en época de exámenes de fin de curso. Agradece mucho la invitación y aprovecha la ocasión para preguntarle por todo, cómo se amoldan a la urbanización, sus vidas, trabajos y todo tipo de detalles que una mente detectivesca como la suya no puede dejar pasar la oportunidad de enterarse de los detalles de sus vidas.

 

Gloria confía en que Miguel acudirá, ha decidido regodearse un poco más en el paseo mañanero para encelar un poco más su voluntad. Necesita un acercamiento para cumplir el objetivo de su misión.

 

La tarde del sábado evita la típica tormenta de la tarde primaveral, luce sol y calor durante toda la jornada. A las siete y media comienzan a llegar los primeros vecinos y algún compañero de trabajo de Evan, Elvira incluida. Gloria elige un vestido blanco con sutiles marcas azules como reflejos de su clara mirada, su piel blanca luce el tono saludable gracias a la crema bronceadora extendida con mimo durante varias semanas. Se nota que huye del sujetador, detalle que no pasa desapercibido para los ojos entenados de varios de los invitados que agradecen su elección al vestir. Gloria ha elegido su ropa pensando en atraer a Miguel, nada más. 

 

Linda pasea rodeada de varios amigos del colegio a los que ha invitado a la fiesta. Está interesada en la comida, en reír las gracias adolescentes de las amigas y en hacerse de valer delante de Oscar su compañero de clase. Se fija en los vecinos que han acudido a la fiesta, la mayoría jubilados bien posicionados con sus vidas ya hechas y sus hijos independientes o a punto de hacerlo. Son de la edad de los padres de Gloria y Evan. Si alguien pregunta, su versión es que es la hermana pequeña de Gloria, desde que quedó huérfana vive con su hermana. Es algo cierto a medias, quedó huérfana tras una redada de la policía federal al servicio del gobierno excluyente, su madre falleció como consecuencia de un golpe en la cabeza. Un policía con pocos escrúpulos se excedió con la fuerza empleada provocándole un derrame cerebral que resultó ser fatal tras una semana de lenta agonía. A su padre nunca le conoció. Evan se encargó de ella y la ingresó en su academia formativa del proyecto “un pasado, un futuro” donde forma a los aspirantes a viajeros del tiempo. Tras los meses de adaptación, Linda comenzó a destacar sobre el resto de los alumnos de la academia, adelantando su elección saltándose la norma no escrita de haber alcanzado la mayoría de edad. Su misión concreta, sintonizar con Oscar, un futuro jefe militar al que quieren proteger evitando que sea asesinado por un grupo próximo a los supremacistas veinte años más tarde. Extraoficialmente Evan le asigna una misión extra, ser la sustituta de Gloria si finalmente esta no consigue atraer a Miguel, el objetivo fundamental centro de toda la acción.

 

La fiesta avanza con éxito con un catering variado de especialidades propias del norte de Europa y un servicio atento pendiente de todos. Los vecinos demuestran que les complace agradeciendo el gesto de los alemanes alabando su exquisito gusto en la decoración de la finca y con la elección de la comida. 

Gloria salta como una mariposa, de flor en flor, atiende a todos los invitados preocupándose por sus necesidades y asegurándose que todo sea de su agrado. 

 

Miguel no aparece, comienza a impacientarse, nunca se había encontrado una resistencia tan fuerte como la de su vecino. Gloria está acostumbrada a que todos los hombres y alguna que otra mujer caigan a sus pies rendidos en poco tiempo. En esta ocasión siente que el estudiante se le escapa. Demasiado protegido en el ambiente familiar e inseguro ante las oportunidades de la vida. También es consciente que su imagen de mujer casada no facilita el acercamiento con el vecino.

 

Los invitados comienzan a marcharse, la hora avanza y a su edad son cada vez más esclavos de sus rutinas horarias sobre todo para dormir lo que les empuja a iniciar las despedidas. El desfile comienza con un goteo que se anima poco a poco. A las once de la noche queda un reducido número de invitados, varios compañeros de trabajo de Evan que por no contrariar a su jefe aguantan un poco más hasta que éste les regala una señal de consentimiento para la partida. Todos aprovechan el gesto y salen con prisas de regreso para sus vidas. Elvira gira su cabeza justo antes de salir en compañía de dos compañeros con los que ha compartido coche, encuentra la mirada de Evan durante unos segundos. Señal captada, Evan pasa a la fase dos de acercamiento. 

 

El servicio de catering recoge rápidamente dejando a los tres anfitriones agotados, sentados en los enormes sofás del salón con chimenea del piso inferior. Gloria se descalza, tantas horas de tacones la agotan, prefiere el zapato plano y cómodo, es una mujer práctica y calzarse sobre diez centímetros de alza, aunque realce su belleza, no le es cómodo  y tampoco está acostumbrada. 

 

El timbre de la puerta suena dos veces, Gloria se acerca, descalza, a ver quien es, –un invitado que se ha olvidado algo– piensa. Abre la puerta y ve, de pie, desaliñado vestido con una simple camiseta y unos vaqueros rajados por las rodillas a Miguel. Se presenta tarde, cuando todo ha terminado.

 

–Disculpa la tardanza, veo que llego a deshora, mis padres han regresado y he pensado en pasar a saludar y disculpar mi ausencia. Estaba estudiando, tengo los exámenes finales la semana próxima. Además, te reconozco que soy poco de fiestas, no es el ambiente donde me sienta más cómodo. 

–Hola Miguel ¿Quieres pasar? Te podemos ofrecer algo de beber y de comer, hay de sobra. Después de tanto estudiar estarás hambriento. 

–No quiero molestar, de verdad, en otro momento. 

–No hay mejor momento que aprovechar las oportunidades, pasa de verdad.

 

Evan y Linda desaparecen con la excusa de estar cansados, dejando a Gloria el campo libre para conquistar su objetivo. Le gusta este chico, un poco infantil y acomodado en su familia, se puede acostumbrar a él.

 

La civilización de los inconformes comienza su recuperación.

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