31.5.20

Un mundo nuevo. Capítulo 11




Tom Richardson tamborillea rítmicamente la pared con sus dedos de la mano derecha, desde el meñique hasta el pulgar, con ritmo cadencioso. Un gesto de impaciencia que no pasa desapercibido por Susan. Tom es un excelente profesional de los Servicios de Inteligencia, su ideario político más cercano a los demócratas no le impide trabajar sirviendo a su país y a su Presidente, aunque este sea Marllow. Sinceramente no le cae bien, le considera un charlatán poco preparado con modales chabacanos impropios a los que considera que deben ser apropiados para representar a todos los americanos. Le reconoce sus éxitos en la defensa de la economía de la primera potencia gracias a su capacidad de negociación y de sacar de su situación de comodidad a cada interlocutor. Situación que sabe aprovechar para ganar ventaja en cada negociación. El papel de Tom y los Servicios Secretos es fundamental para conseguirle información utilizada con habilidad por John en cada encuentro internacional. Desconoce para qué le ha llamado el Presidente, con tanta premura, sabiendo que estuvieron ayer reunidos. Susan le hace un gesto afirmativo, puede pasar al despacho oval. 
- Tom, saluda John acercándose a él afectuosamente.  
Richardson acostumbrado a sus saludos más fríos, acentúa sus sensores de defensa. Intuye que le va a pedir algo diferente y complicado. 
John Marllow le indica con el gesto que prefiere hacer la reunión en los sofás del centro de la estancia. Una vez sentados ambos cada uno en un sofá, enfrentados sin mobiliario entre ambos, el Presidente adopta una postura de cercanía, sentándose en el borde del asiento e inclinando su cuerpo hacia el jefe de los espías, su lenguaje corporal indica cercanía, importancia y confidencialidad. 
- Tom, gracias por venir tan rápido, ha surgido una oportunidad para nuestro país, me gusta contar con tu acertado criterio para valorar todas las posibilidades. 
- Haré lo que pueda, John 
- Ayer comentamos los movimientos de tropas del ejército chino, cómo nos ha sorprendido la capacidad china de mimetizar y ocultar de tantos miles de soldados y de equipos. Esta mañana a primera hora me ha llamado Ivanov para ofrecerme una colaboración entre ambas naciones para defendernos, coordinar sabotajes con el fin de reducir el poderío militar chino. Me propone informarnos al nivel personal entre Presidentes de todas las acciones que realicemos en China buscando realizar operaciones complementarias. 
Tom mantiene la mirada fija en su Presidente con el brillo lejano, está pensando, valorando. John le conoce, le permite analizar y valorar todos los aspectos, es por ello por lo que le es de tanta utilidad. Su cerebro analítico y lejos de los filtros de ideología es precisamente lo que más valora John de su colaborador. 
- John, evitaría fiarme de Ivanov. Ya nos ha demostrado en numerosas ocasiones que es poco de fiar. Le recomiendo no transparentar acciones realizadas en China. Respecto al movimiento de tropas, ya estamos trabajando en el terreno con nuestros agentes, en el momento en que tengamos datos concretos se los haremos llegar. Puedo entender la preocupación de Ivanov tras el ascenso a la vicepresidencia de Li Nao, ferviente y reconocido belicista quien de iniciar un conflicto comenzaría con Rusia con quien comparte miles de kilómetros de frontera. 
- Nuestros agentes en China ¿a qué se están dedicando? 
- Tenemos equipos de información básicamente. Nos facilitan movimientos, estrategia tanto militar, como política y empresarial. Nos anticiparon de situaciones comprometidas con el plagio de nuestro avión de combate, de su versión casi idéntica del iphone y de los movimientos de oposición política en Hong Kong. Disponemos también de un equipo operativo dormido y de otro, vigilado por los Servicios Secretos chinos, en la embajada. Mucho menos de lo que tenemos en Rusia o en cualquier otro país. Estamos en situación de inferioridad. 
- Si tú fueras Ivanov, ¿Cuáles piensas que serán sus primeros pasos?
- Eliminar a Li Nao y echarnos la culpa a nosotros. Enredar con los manifestantes de Hong Kong y sabotear sus satélites de comunicaciones. 
- Sin duda, tienes razón 
- Y ¿Cómo reaccionará Xiao Pi si matan a su Vicepresidente? 
- No me sorprendería que Xiao Pi haya ascendido a Li Nao con el único objetivo que eliminar su influencia. Aparentemente se mostrará enfadado, en realidad estará encantado de no tener que compartir poder con una estrella emergente que en pocos meses le quitarían de en medio. 
- Avisar a los chinos de nuestras sospechas no parece lo más aconsejable, aunque sí deberíamos asegurarnos que una vez actúe Rusia todos los indicios apunten claramente a Moscú. 
- Ya tienes encargo para tu Agencia, debemos localizar y vigilar a los agentes rusos en china para asegurarnos poder dejar evidencias claras que se trata de un ataque ruso. 
- Imagino que los agentes de Ivanov fabricarán un relato con pruebas para incriminar a América 
- Razón de más para anticiparnos 
- Me pongo en marcha, ¿ordena algo más? 
- Espera, no te vayas. ¿Cómo lo hará Rusia?¿Cómo matarán a Li Nao?
- Lo tengo que pensar, lo más probable será simular un accidente, debo analizarlo con mis expertos en Rusia y en China. Cuando tengamos una hipótesis, se la hago llegar 
- Gracias por todo Tom y por venir tan rápido. 

Tom sale de la Casa Blanca en su coche oficial, se mantiene pensativo, su mirada perdida analiza la conversación mantenida con su Presidente. Olor a crisis mundial, peligro de guerra, China ha entrado en el corral como el tercer gallito, muchos gallos para tan pocas gallinas. Toca prepararse para la guerra para evitar el conflicto. Convoca desde su smartphone una conferencia para media hora más tarde con los responsables de Rusia y China. Avisa también el jefe de operaciones de la Agencia. El encargo es complejo, difícil y en un país donde no es fácil pasar desapercibido, los chinos se fijan mucho en sus vecinos. El tráfico en el centro de la capital le permite llegar al edificio principal de la Agencia en menos tiempo de lo acostumbrado. Tiene quince minutos, antes del inicio de la conferencia, para centrar sus ideas. 

Iván ha conseguido una pequeña furgoneta con el cajón cerrado y rotulado igual que las utilizadas por la compañía eléctrica. Observó que es bastante habitual que esas furgonetas permanezcan en el mismo sitio estacionadas durante un par de semanas, tiempo suficiente para darle cobertura. La tiene a ciento cincuenta metros de la residencia oficinal de Li Nao, le permite realizar un seguimiento de la vida en el barrio y de las costumbres del Vicepresidente. Es hombre muy regular en sus rutinas, propio de su condición militar. A la misma hora sale de su domicilio para dirigirse a Palacio, le espera siempre el mismo coche oficial conducido por el mismo soldado, aparentemente no cuenta con escolta. Sin embargo, dispone de vigilancia de protección, reconoce a un jardinero y a un conserje que todos los días franquean la calle en cada extremo, sus complexiones físicas y sus posturas le dicen a Iván que se trata de soldados entrenados. Sin embargo, en el trayecto hasta el palacio no ha podido localizar ningún refuerzo similar. A las seis de la tarde regresa puntual el Vicepresidente en el mismo coche con la misma compañía, en ese momento no se divisa al jardinero, el conserje curiosea por la calle desde unos minutos antes. Un soldado armado con un subfusil le recibe en la puerta de su domicilio. Tiene seguridad en el edificio. Analizará el trayecto del coche oficial para detectar puntos débiles en su seguridad. Tras una larga semana en el interior de la furgoneta, decide salir a estirar las piernas, vestido con un mono de trabajo de la compañía de electricidad, recorre un centenar de metros en dirección contraria a la vivienda vigilada. No ve nada extraordinario. Regresa a la furgoneta, se sienta en el sillón del volante y marcha para buscar un nuevo aparcamiento para continuar la vigilancia del trayecto diario de su objetivo. Cada noche a las ocho envía por mensajería del teléfono su informe diario explicando a Olga mediante fotos actuales que sigue con su trabajo. El día que tenga previsto actuar se lo notificará enviando un vídeo de tantos como circulan en las redes sociales. 

Ira y Yuri han sido destinados por Olga a la ciudad de Wuhan, ambos mantienen su imagen de matrimonio joven sin hijos. Les formaron como enfermeros en la academia militar, les han dado títulos oficiales chinos de enfermería y con ellos tienen nuevo empleo en el hospital general de Wuhan. Su labor en informar de la evolución de una nueva enfermedad, desconocen de qué se trata y sus síntomas. Durante su primera semana en el hospital se hacen conocer y se relacionan con sus nuevos compañeros de igual manera que haría un nuevo al entrar a trabajar en un nuevo centro. Similar a Iván, envían diariamente a Olga una foto por el WeChat, el Whatsapp chino. El día que evidencien noticias, deben enviar un vídeo que será la señal para que Olga se ponga en contacto con ellos.  


Adolfo regresa a su tienda con paso lento, saboreando cada bocanada de la fría mañana, sin parar de sonreír, saluda a varios vecinos con los que se cruza, les conoce a casi todos según la fecha y su costumbre compran alguna de las flores propias de la celebración. Rosas el Día de la Madre y en San Valentín, ramos variados los mismos días y en el último miércoles de cada mes, día de la ofrenda a la Virgen del barrio, muchos crisantemos el primero de noviembre y eso que la costumbre se ha ido relajando cambiando estos por claveles, más variados y más económicos. Siente un cosquilleo cada vez que ve a Laura que le invita a repetir, la ha ofrecido comer juntos al mediodía, será mañana porque hoy tiene comité y parece algo importante. Observa en la puerta de la tienda a Juan Pedro su becario de Fundación Oxiria, pobre chico, le está esperando pacientemente. 
- Buenos días Juan Pedro. Al chico le gusta que le llamen por su nombre completo, nada de Juan a secas, ni JuanPe, ni nada por el estilo. 
- Pensé que estabas enfermo y no ibas a venir. Te he llamado a tu teléfono y no me has contestado. 
Revisa su móvil y asiente con la cabeza. 
- Disculpa, no lo he oído, vengo del banco y me he entretenido un poco. Vamos a abrir y a preparar la tienda que hoy es día grande con la Virgen.  


El coronel Alexander Petrov localiza a Olga, quiere hablar con ella, el General Volkov les está apremiando, considera que los preparativos para la operación se están demorando en demasía. Quiere resultados pronto. La desaparición de las tropas chinas ha puesto muy nerviosos a los mandos militares rusos. Nadie se explica cómo pueden desaparecer trescientos mil soldados y todo su armamento. No consiguen localizar las tropas, ni interceptar comunicaciones militares, los satélites militares rusos, un tanto desfasados, no les facilitan imágenes concluyentes. 
- Esther. Mantiene su tapadera de periodista israelita, ¿cómo está tu primo?¿Se encuentra bien tu tío, cómo va de su enfermedad? 
- Está cuidando de su padre, se teme lo peor en unos días 
- Espero que se alivie cuanto antes y deje de sufrir
- Hace lo que puede por darle calidad de vida extremando sus cuidados 
- Deseo que sea rápido por el bien de todos. 
Luego cambian de conversación sobre aspectos periodísticos con tal de mantener la cobertura de su agente. Olga entiende el mensaje y envía un mensaje por WeChat a Iván, la imagen de un chico corriendo. Es suficiente. En segundos recibe la respuesta. “La carrera será en 4 días”

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