28.2.20

Redes sociales de toda la vida

Consuelo sin saberlo es la monitor de las redes sociales del barrio, está al cabo de la calle, todo lo que ocurre, sucede, respira o muere pasa por delante de ella. Lo valida y con su oportuna aportación imaginaria lo extiende por el vecindario.
Tiene sus preferencias a la hora de expandir cada nueva noticia, cuenta con sus incondicionales Lola, conserje del portal 63 y Maruja quien regenta la frutería El plátano feliz en el número 59 de la misma acera. Ambas se encargan de vocear y extender calle abajo, Maruja, y calle arriba, Lola, las historias relatadas por Consuelo.
Pasa la mañana apoyada en el palo de su escoba sacando lustre a su trozo de acera hasta justo donde inicia la fachada del siguiente número vecino, el 63, el de Lola. Suelen coincidir ambas a mitad de recorrido con una doble función; vigilar que la otra no desplace la suciedad hasta su mitad y ponerse al día de todo lo que ocurre en el vecindario.

La semana pasada se divorció doña Angustias a sus  setenta años, envió a su marido Esteban a tomar vientos. Después de aguantarse casi cincuenta años ella no pudo más. A pesar de su edad, Esteban se pasa la tarde en el bar. Empalma el café de después de comer, ese que en casa le niegan por su tensión arterial, la partida de dominó, la copita, la segunda y las que sean hasta la hora de cenar. Los días de fútbol, ni eso. Hasta las once ni se le ocurre plantearse subir a casa.
El miércoles se quedó sufriendo con su Real Madrid, que solo le da disgustos últimamente, para olvidar la pesadumbre por la derrota en casa con el equipo inglés, ahogó las penas con un par de whiskys DYC. Cuando quiso subir a casa eran las doce y media. Iba sin llaves. Empezó a llamar al timbre y a golpear la puerta cada vez con mayor escándalo. 
Angustias que necesita tomar pastillas para dormir, ni se enteró hasta que un bombero la despertó zarandeándola preocupado por si le había pasado algo. La sensación de sentirte en brazos de un bombero, un hombre de verdad, animó a Angustias quien seguía imaginando que estaba en un sueño erótico con final feliz, claro que al ver a Esteban en el quicio de la puerta hablando, se dio cuenta que no estaba en un sueño sino en un lío.
Pasado el mal entendido, por la mañana, muy de temprano, con paciencia para no olvidar nada, hizo tres maletas con toda la ropa de su marido y las puso en el descansillo de su piso. Aprovechó la ausencia de  Estaban con el cambio de cerradura que entretenía  al  cerrajero. 

- A la puta calle, no quiero verte más por aquí, con lo tranquila que voy a vivir yo sola.

Esteban ni se molestó en discutir, recogió las maletas y marchó a casa de su hija quien cometió el error de darle pensión a su padre. Pensaron padre e hija, equivocadamente que se le pasaría pronto el enfado a Angustias. Está muy harta, muy harta.

El suceso, ocurrido en el portal 63 se lo relató Lola con todo detalle pues ella al sentir las sirenas de los bomberos avisados por Esteban, salió a ver qué ocurría. Llegó a pasar al domicilio de Angustias que la despachó rápidamente. La casa muy bien amueblada, por cierto, se nota que tuvieron posibles gracias a sus dos sueldos, mobiliario elegante y moderno. Muy diferente a los del resto de vecinos que estiran la vida útil de sus muebles hasta que se rompen.

Consuelo con la información, moduló el suceso para hacerlo atractivo y exportable en pocas frases. En menos de dos horas todo el barrio de Tetuán estaba al día del liviano camisón de Angustias, de cómo abrazaba al bombero, de su pecho insinuante al resbalar el tirante de su prenda, de las miradas de celos de su marido y de la posterior discusión subida de tono preludio de su posterior salida de la vivienda conyugal. La prensa es la prensa. Una buena noticia no se puede echar a perder por la verdad. La verdad no interesa a nadie. 

Esta semana pasa sin noticias que adornar, Consuelo necesita carnaza. Sin poder compartir la vida de los demás, su conversación decae por banal, vacía e inculta como ella misma. Le encantan los chascarrillos, sacar conclusiones sin información y vivir la vida de los demás. La suya no tiene interés, casada con Miguel, un vasco seco y brutote quien apenas habla y prefiere la compañía de su radio antes que entablar un diálogo con su cónyuge cotilla. Sin hijos. Está a meses vista de su jubilación y por consiguiente de tener que abandonar la vivienda que le cede la comunidad de vecinos en el bajo del edificio. Solo pensar que tendrán que mudarse a su pueblo al norte de Burgos con escasos dos centenares de vecinos, le da algo. Su vida es esta calle. Llevan aquí treinta y cinco años, desde que ficharon a Miguel como portero hasta el momento de  su jubilación, posteriormente consiguió convencer al presidente y al administrador para que confiaran en ella para heredar el trabajo de la portería.

En el tercero D vive el matrimonio de Gabriel y Marisa, los más jóvenes de los vecinos propietarios,  que compraron la vivienda justo en lo más duro de la crisis y les salió muy barata. Con sus tres hijos. Gabriel ha cambiado de trabajo hace poco tiempo, matemático de formación trabaja en cosas esas de internet. Consuelo no entiende esos trabajos ni cómo se puede ganar dinero con eso. Un día sondeándole le comentó éste el dineral que ganan las famosas por publicar fotos haciendo poses en lugares o patrocinando productos. Miles de euros al mes. Una barbaridad. Le contó que había una famosa que opina cada día de los artistas y gente del famoseo en un portal de videos consiguiendo miles de seguidores diarios lo que le supone a ella miles de euros de ingresos.

Si eso es lo que hago yo todos los días y no cobro, piensa Consuelo. ¿Cómo podría yo ganar dinero con esto?

Consuelo es más de llenar su vida con el chismorreo, no lo hace por dinero, lo hace porque la alimenta de verdad, sin hablar de los demás no sabría llenar una vida sin alicientes, sin vicios, sin ilusiones y sin alma. ¿Qué va ser de ella cuando se jubile?¿Cómo se va a entretener?
Me da lástima, con lo sola que está.

- Calla Lola no seas mala
- No, Maruja, no soy mala. Es la verdad.

25.2.20

Amanda




Querida Amanda:

El fuerte amanecer que me saluda todas las mañanas a través de la ventana en mi habitación me recuerda a tu fuerza vital. Ese sol que se abre camino hacia nuestras cabezas, asoma en el horizonte iluminando mi estancia, filtrando sus rayos a través de la fina persiana de listones de cañas. 
Ese amanecer marca mi inicio de jornada, bajo a la playa para estirar y correr cerca de la orilla durante una hora. Necesito ese ejercicio para activarme cada día, ya sabes que este destino de servicio no me satisface, me regala insatisfacción el servicio a la patria impidiendo que salten la valla los emigrantes que han pasado todo tipo de calamidades en su búsqueda de un mundo mejor lleno de posibilidades. Me separa de tu compañía durante seis largos y húmedos meses. 
Mi habitación en la residencia militar es de lo más espartana, me recomendaron alquilarme un piso en la ciudad. Decidí quedarme en la residencia, soy cómodo ya lo sabes, además no hay nada más triste que un piso vacío al regresar del servicio.
Tengo miedo a que me olvides hija mía, para atender los gastos de esa clínica tan buena donde descansas necesito solicitar destinos con mayor paga que me alejan físicamente de ti. Quedas al cuidado de esas monjas tan cariñosas además de las visitas semanales de tu tía Eva.
La esclerosis lateral amiotrófica que ya se llevó a tu madre hace unos años se ha aposentado dentro de ti. La enfermedad gusano la llamaba tu madre, se apoderó de ella en dos años y medio. Mucho me dolió la lucha diaria, me consumía asumir que tantos cuidados no tendrían buen fin. Ambos sabíamos que era una pelea perdida de antemano. Suerte que te teníamos a ti, alegre, feliz, juguetona, siempre la hacías reír con tus entonces cinco añitos. 
Cuando te diagnosticaron el mismo gusano noté cómo mi alma se quebraba por dentro, desde entonces soy un cadáver andante, un zombi. Me duele verte así. Las monjas de la clínica me piden constantemente que pida el traslado para acompañarte. Difícil elección, revivir el sufrimiento que viví mientras tu madre se apagaba contigo y no poder pagar los mejores cuidados o trabajar en destinos rentables para poder financiar tus mejores cuidados sin mi presencia. Me traslado a Madrid cada quince días. Me permiten doblar turnos para poder unir cuatro días de permiso para compartir contigo cada minuto. Nada es fácil hija. Nos quedamos muy endeudados tras la enfermedad de tu madre, devolver los préstamos solicitados me quita casi la mitad del sueldo. Los bancos no me dan más crédito y estamos solos. Las monjas muy majas pero caras y en su orden no parece que exista la caridad cristiana gratuita.
Sé que me equivoco, tomo las decisiones equivocadas Cierto es que tu mirada al reencontrarnos me expresan comprensión y cariño. Tu mirada me alimenta. Si te digo la verdad ya ni lloro en el camino de regreso al norte de África, decidí disfrutar contigo cada minuto de convivencia.
Ayer me escribió un correo electrónico Sor Candelario para prepararme para el final. Este mediodía salgo hacia Madrid. He pedido una licencia a mi Coronel para acompañarte en tus últimos días. Me la han concedido sin ningún problema.
Amanda, cariño, te vas a ir con Mamá. Esperarme, con mucha paciencia eso sí. No tengo prisa en marchar aunque vivir se me hace cada día más duro.
Firmado, Papá

--------------------------

Estimado Sr López:
Lamentamos mucho informarle de la situación terminal que presenta Amanda, el final de su enfermedad está próximo, sería de agradecer que pudiera acercarse para acompañarla en sus últimos días. Le ofrecemos ayuda de nuestros psicólogos del centro para aceptar la despedida y facilitarles el tránsito.

Atentamente,
Sor Candelario
Gerente
Residencia El descanso

-------------------------

Estimada Sor Candelario:
Agradezco su aviso, mañana por la tarde estaré en la Residencia.
Un abrazo,
Luis López

--------------------------

Querido Papá:

Si recibes este correo es porque saben en la Residencia que me muero, sepas que lo he escrito hace muchos meses cuando podía utilizar un puntero con la boca.
Quiero que sepas el gran cariño que tengo por ti, lo muy agradecida que estoy por la vida tan maravillosa que hemos compartido. No sé si me iré con trece o si llegaré a los catorce años. Este gusano como lo llamaba Mamá te deteriora, te dobla, te aplasta día tras día lo noto. También soy muy consciente de tu dolor, lo percibo en tus miradas. Eres una gran padre, siempre lo has sido y quiero que lo sepas. Si la vida me hubiera dado la oportunidad habría elegido como mi marido a alguien como tú. Leal, servicial, amante de los demás, cariñoso y buen padre.
No quiero que te entristezcas, ni te culpabilices por nada. Entiendo tu trabajo y tus destinos, mi enfermedad no avanza más lenta solo porque estés a mi lado. Me siento acompañada contigo.
Solo quiero que sepas que te quiero y que eres el mejor padre de todos.
Un beso
Amanda

---------------------------

La sensación que me acompaña durante el viaje a Madrid es terrible, me preparo para la despedida de Amanda. Su vida pasa por mi mente como un rayo. No ha conocido el amor de juventud, ni la rebeldía  propia de su edad, ni ha experimentado con la mentira, la vagancia, el aislamiento, las redes sociales. Desde los once años sobrevive a su gusano. No dejo de sentir lástima por ella. Una vida corta, amputada, injusta. Su vida.

Poco antes de las seis de la tarde entro en la Residencia, un oasis de paz entre el ruido y las prisas del exterior. Al llegar a la habitación de Amanda me encuentro con mi hermana Eva, mi hija descansa dormida por efecto de algún sedante. Notan mi presencia en la planta y viene a recibirme Sor Candelario acompañada de un joven espigado con melena recogida en una coleta. Me repelen los melenudos, tantos años en el estamento militar me dicta mi conciencia y mis gustos, no me gustan las greñas. Me lo presenta como el psicólogo a quien despacho con muy buenas palabras. No soy capaz de centrarme en la conversación con él, solo me viene al cerebro, córtate el pelo,  menudas greñas, vaya pinta tienes y otras mucho más fuertes. No me fío y no quiero que hable con Amanda.

Finalmente nos quedamos solos y despierto a Amanda, a ella le gusta que la despierte cuando llego para saludarme con esos ojos verdes heredados de su madre. La abrazo y le sostengo su mano, pasan horas mientras la cuento historias, la informo que he recibido su correo que me envió Sor Candelario y  leo mi última carta que no llegué a enviar. 

Su mirada me despide, se apaga, lo noto, repite la liturgia de su madre. Se van juntas, están juntas, unidas. Guardarme un lugar cómodo. Mi querida Amanda, mi dulce hija.

Eva me abraza, estoy en paz, sereno, ya he pasado por esto hace poco. Me lo sé, conozco las fases del dolor. Tengo callo, me duele menos que la primera vez, esta vez estaba preparado. Sabía lo que iba a pasar.

--------------------------

Estimado Sr. López:

Le adjuntamos la factura de nuestros servicios correspondientes al mes de enero del corriente
Atentamente,

Administración 
Residencia El descanso

--------------------------

La vida sigue, incluso con sus imperfecciones y sus malas coincidencias.

Sigo cuidando de la valla al norte de África, un trabajo extraño, debes impedir que la salten y una vez han saltado les debes ayudar. Un sin sentido humanitario y de leyes protectoras de la civilización occidental.

Esta noche han saltado en avalancha varios centenares de emigrantes, descubrí a una mujer con mirada penetrante, decidida, con mucha fuerza. Una mirada oscura, ojos negros brillantes. Ojos de decisión. La mirada de Amanda, con otro color, la mirada de la fuerza. No hice por detenerla, la indiqué con un golpe de cabeza por dónde debía correr para evitar a los refuerzos de la Guardia Civil que venían en nuestro apoyo.

Amanda vive, con otro color, en otra vida. Esa mirada, esa fuerza. Era ella. Corre Amanda, corre. Te queda mucho viaje para llegar a tu destino. Bienvenida a Europa, bienvenida a casa.



23.2.20

Regalo

La semana próxima se casa mi hijo mayor, veintisiete años, un poco joven para la costumbre actual. Los jóvenes de hoy en día huyen del compromiso y suelen casarse más tarde, pasada la treintena. Ricardo, así se llama, encontró a su mujer ideal justo en el último año de sus estudios de derecho. Dieron juntos los primeros pasos en el mundo laboral, el master, la práctica jurídica, de becario explotado y finalmente encontrando trabajo. Ricardo optó por ingresar en un gran despacho de abogados para aprender y ser explotado con jornadas de doce horas diarias seis días a la semana. Nieves, la novia, prefirió ejercer en un pequeño despacho compartido con otra amiga, sus clientes en su mayoría mujeres las eligen para defender sus derechos en el juzgado de lo Social. Trabajo intenso que sí le permite, en cambio, disponer de un fin de semana completo para ella.
Ricardo y Nieves vinieron a visitarnos a casa para invitarnos a su boda. Quieren hacer una celebración pensada para compartir el momento con sus jóvenes amigos. La familia, un mal menor, está invitada. Eso sí, solo los más directos. Nada de primos, tíos, primos segundos y toda esa fila de compromisos de familia con la que no tienen contacto habitual. Junto con la invitación vienen dos tarjetas, una con el protocolo del enlace y otra con los datos de la cuenta bancaria a donde ingresas el dinero del regalo que piensan destinar a un viaje de un mes de duración a Australia y Nueva Zelanda.
- ¿No hay un sitio más lejos?
- Papá,  no empieces. Es el viaje de nuestras vidas y nos hace mucha ilusión
- Si es lo que queréis, bien está. No es momento para dar mi opinión, no me la han pedido y tampoco les importa mucho, la verdad. 
Tras la breve visita de Ricardo y Nieves, me quedo en shock. Mi hijo se casa, cómo pasa la vida
- ¿Sabes Encarna? No me lo imaginaba
- Raúl, si llevan cuatro años sin separarse ¿Qué esperabas?
- Que se fueran a vivir juntos y se casaran más adelante. Hay tiempo de sobra
- Tu hijo es muy tradicional y no me extrañaría que en ese mundo de despacho internacional estuviera muy bien visto el matrimonio por encima del emparejamiento
- Puede ser. Solo digo que no me lo esperaba. Espero que sepa elegir mejor de como lo hice yo la primera vez
- o yo las dos primeras 
- ¡Qué difícil es acertar con la pareja ideal!
- Mucho. 
- Pues regalar dinero me parece muy frío e impersonal. Además ¿Qué importe se espera que regalemos? No me gusta regalar dinero
- Eso es lo que quieren. El importe, deberá ser generoso. No sé qué importe se espera. 
- Miraré cuanto cuesta el viaje y en razón de ello, decidimos
- Vale. Lo que tú digas, bien estará Cariño
- Les quiero hacer un regalo diferente, me quedan dos meses para pensarlo

A la mañana siguiente, tras una larga meditada, decido escribir un libro de experiencias con entrevistas a personas de referencia de mi hijo, reflexionando sobre lo que significa matrimonio, vivir en pareja, la primera crisis, acertar en el amor, vivir la propia vida. Explicar en palabras de otros cómo se vive en pareja. Un manual de primeros auxilios.

- Encarna he pensado en escribir un libro corto de experiencias sobre los que supone vivir en pareja
- ¡Qué buena idea! ¿Cómo lo vas a hacer?
- Os voy a pedir a personas de referencia de Ricardo una reflexión en una carta con máximo cinco o seis páginas sobre algo que os ha marcado desde el punto de vista positivo o negativo la vida en común. Tú vas a ser la primera, voy a invitar a mi padre, a tus padres, a varios amigos, incluso a un socio de su despacho que conozco bien y alguno más que se me irá ocurriendo. Pueden ser relatos escritos o conversaciones que tengamos sobre las que yo puedo sacar las conclusiones más claras a modo de artículo de prensa. ¿Qué te parece?
- Puede salir algo chulo, espero que no te pongas pastelero. ¿Vas a invitar a su madre también?
- No jodas.

Encarna le cuesta escribir, mientras yo trabajo de periodista en un diario nacional de renombre, ella trabaja de vendedora en FNAC rodeada de libros, gran lectora y mi primera seguidora diaria en mi columna de análisis político. 

Tras dos días de concienzudo trabajo, me entrega un borrador de lo que considera que debe explicar a la joven pareja.

Queridos Nieves y Ricardo:

Me pide Raúl que os explique mi visión sobre la vida en pareja. No me considero una experta en ello, tengo la visión que me ha entregado la vida por haber tenido tres matrimonios en mi vida, estoy convencida que este último a su lado es el definitivo. Así lo siento desde hace doce años. La vida es una larga caminata donde en ocasiones tomas decisiones equivocadas y te unes al menos adecuado, en mi caso he necesitado de tres oportunidades para encontrar el amor, la comprensión y la estabilidad que llevaba buscando desde mi juventud. Os deseo lo mejor en vuestra vida y que ambos hayáis elegido de manera adecuada pues os vais a prometer fidelidad y amor eterno.
El mejor ejemplo que os puedo compartir sobre lo que significa la vida en pareja es relataros cómo terminé con mi primer marido y las razones que me llevaron a ello. No me arrepiento de haberlo hecho, solo lamento el largo tiempo que me costó tomar la decisión.
Me casé totalmente enamorada de un hombre mayor, casi de la edad de mi padre, con diecinueve años salí de la protección de mi madre en marcha a un hogar diferente. Mi difunta madre intentó hacerme cambiar de idea, que eres muy joven, que él es muy mayor, que es de otro país, con otras costumbres. Piénsatelo Encarni. Puedes esperar.
Hice caso omiso, ya sabéis lo terca que es la voluntad con esa edad. Me casé porque me daba la gana. No tuvimos viaje de novios no era su costumbre y además su sentido del ahorro era extremo, no gastaba ni para pipas. Me fui a vivir con él en una habitación en la casa de mis suegros, conviví con sus dos hermanas, otro hermano también casado y sus padres. El trabajo de la casa era para las mujeres y a la última en llegar le tocaba las funciones más desagradables, limpiar orinales, cuidar del anciano padre inválido y fregar los baños. La señora no hacía nada y mis cuñadas se encargaban de hacerme la vida lo más amarga posible, entre ellas hablaban beréber. Me costó mucho aprender esa lengua. Lo que nunca pude aprender fue mover la lengua gritando como hacen sus mujeres en las celebraciones populares. Vestir con un manto todo el día no me importó mucho, estar encerrada en la casa día tras día me consumió. Mi marido Ameqran se pasaba el día fuera de casa y en ocasiones tardaba días en aparecer, comerciante hábil solía viajar por varios puertos en busca de mercancías para vender en el interior de Marruecos. Durante una época sufrí de sífilis que me contagió tras uno de sus viajes donde frecuentaba prostíbulos y tabernas. 

En casa los pocos días que vivía también abusaba de la bebida. Sí ya sé que estáis pensando que los musulmanes no beben. Igual que existen cristianos buenos y malos, hay musulmanes seguidores de su doctrina y otros que no. Beber y violarme eran actos casi seguidos. 

Muchas de sus violaciones incorporaban violencia física. Llegó a dislocarme un hombro por la fuerza que utilizaba para inmovilizarme. Mi resistencia ante cada oportunidad de relaciones fue creciendo con el tiempo junto con mi odio por él y su familia.

La vida se complicó un poco más al fallecer mi suegro. La viuda se dejó llevar por la tristeza. Casaron a las hermanas para no hacerse cargo de su mantenimiento y quedamos en la casa solo los dos matrimonios. 

Mi cuñada nunca hablaba conmigo, ni lo intentaba. Sabía, porque los oía, que era víctima de abusos y palizas frecuentes. Su marido la violaba día tras día, siguiendo la rutina familiar. Nunca comprendí la poca empatía entre nosotras al ser ambas víctimas de abusos y vivir como prisioneras esclavas. 

Recuerdo que tuvo que ir a casa de su familia tras el aviso del fallecimiento de su madre, marchó para una semana de luto y lloros. Regresaba a su casa tras diez años de matrimonio estéril y doloroso. 

Me quedé sola en casa con los dos hermanos, mis ocupaciones de limpieza y cocina me impidieron darme cuenta de lo que iba a ocurrir. Mi función como mujer era servir la comida a los hombres y tras recoger podría comer yo si quedaba algo.

Esa noche tras su cena, me llamó Ameqran para compartir con ellos su sobremesa y me dio permiso para comer en su compañía. Se divertían ambos hermanos mucho, no paraban de reír y beber. Para disimular servían el alcohol en la tetera y bebían en vasos de los que utilizan para el té con hierbabuena.

Tras un buen rato bebiendo mientras yo comía en una esquina temiendo la sesión de golpes que me vendría por seguro esa noche, me tomó del brazo mi marido y me sentó ente ambos hermanos. Me sujetó con fuerza mientras su hermano me subía la túnica hasta más arriba del pecho, cortó mi ropa interior y empezó a sobarme con fuerza y poca habilidad mientras mi marido reía a carcajadas con los comentarios del hermano sobre lo blanca que soy, le recordaba la muerte decía. 

Me violaron por turnos hasta que terminé llorando hecha un ovillo sobre un cojín. Ambos hermanos descansaban tumbados durmiendo la mona exhaustos tras tanto sexo forzado. Con mucha dificultad, pues me dolía bastante todo el cuerpo, con marcas en las muñecas y un dolor horrible en mi interior, ni se habían molestado en utiliza algún lubricante, les daba igual. Me cubrí mi vergüenza con la túnica, sucia de comida y una mezcla de semen y sangre. Estaba en esos días ¿Sabéis? Me dirigí a la habitación de mis suegros fallecidos, tras meses cuidando del anciano sabía dónde de guardaba cada una de sus pertenencias. 

Encontré una vieja pistola recuerdo de su guerra contra los españoles, mi padre, militar me enseñó el uso de las armas. Comprobé su carga de balas y me dirigí al comedor donde seguían inconscientes  mis violadores. Apoyé el cañón de la pistola en la sien derecha de mi marido y disparé, desparramando sus sesos por la habitación. Su hermano despertó de su letargo con el ruido, de poco lo valió, dos disparos certeros le tumbaron definitivamente. Limpié el arma de huellas y la apreté bien en la mano de mi ya difunto marido. 

A la mañana siguiente,  tras ducharme y quemar en la estufa mi vestido manchado de sangre, me vestí de occidental y me dirigí con cuidado a la frontera Ceutí. Mi pasaporte español estaba caducado, el policía marroquí me dejó pasar gracias a una enorme cantidad de dishams que le entregué. 

Ya en España viajé hasta Barcelona para ganarme la vida. Pero esa es otra historia.

Este es mi regalo de boda, con moraleja. El mal está oculto y puede matar una relación, luchar por ella antes de que tengas que luchar por sobrevivir a ella.


21.2.20

Comida de despedida

Raquel se levanta pronto sin necesidad de despertador, se nota inquieta, ha pasado la noche con un sueño movido y sus reacciones han dejado huella en las sábanas. A diferencia de su dormir habitual, sin moverse del mismo sitio durante horas, esta noche ha bailado, saltado y girado sin parar. Suerte que su marido, Berto, está pasando la semana en Italia investigando sobre el renacimiento detalles imprescindibles para su próximo libro de texto. Es profesor de historia del arte en la Universidad. Con su dormir poco profundo, seguro que los movimientos de Raquel le habrían impedido conciliar el sueño, se libra de la mala leche que le entra cuando no le dejan descansar.

Raquel se viste con su elegancia diaria, añadiendo pequeños toques de distinción que resaltan su alta y delgada figura, últimamente la ropa le viene un poco justita de talla. Ejecutiva agresiva, Directora Financiera de una multinacional de la construcción, una leona en un mundo de hombres. Sofisticada, sonriente con mirada de hielo. Sus armas para sobrevivir en un mundo con códigos masculinos. Odia el fútbol y todo lo que conlleva en el mundo laboral, aún así se obliga a ponerse al día cada domingo y estudia los resultados de los partidos de liga e incluso los debates más repetidos por errores arbitrales o por fallos mayúsculos tanto defensivos como atacantes. Se pone al día para defenderse en las conversaciones de oficina y durante el tradicional desayuno del equipo directivo de todos los lunes.

Aitor también madruga, acostumbrado tras décadas amaneciendo antes de las seis de la mañana, mantiene sus rutinas de aseo, desayuno y vestimenta. Elige traje cómodo, tiene una mañana ajetreada en su empresa de servicios de obra, alquila casetas de obra con aire acondicionado y apariencia interior de oficina cómoda y elegante. Su seña de calidad diferenciada motivo de envidia por parte de la competencia. Aitor muy de su tierra, Tolosa, lleva la vida con naturalidad, extrovertido, exagerado en las risas, de muy buen comer nunca rechaza una buena copa en compañía. Su volumen corporal rebasa los límites del cinturón, toda su voluminosa barriga asoma por encima del cinto de cuero. Amigo de todos, hábil negociador consigue contratos ventajosos recurrentemente. Conoció a Raquel hace quince años durante las negociaciones que estableció la multinacional de construcción con proveedores para la planificación de su contrato para la segunda línea de alta velocidad para Andalucía.

Manolo, guapito de cara, brillante orador, seductor incansable muy enamorado de su mujer, Esther. Muy activo. No sabe quedarse quieto, los fines de semana siempre viaja. Motero aficionado, gusta de ir sin rumbo hasta donde le lleve el asfalto. Con Esther de compañía en otra moto japonesa de gran cilindrada son muy aficionados a retarse para ir a Valencia a almorzar, comer en Huesca o merendar en Sevilla. Donde les lleve el asfalto. Mientras está con Esther su rol habitual es el de amante y fiel compañero, disfrutan ambos su vida juntos. Cuando se separan, le encanta jugar coqueteando con todas las mujeres. En el fondo es muy inocente. Pocas veces le ha ocurrido que la mujer elegida interprete sus juegos como señales de acercamiento, esas pocas veces recurre a su fiel amigo Rubén, ese soy yo. Manolo trabaja de Responsable comercial de una constructora de segunda línea que le paga muy bien para evitar que fiche por las grandes.

Me presento, Rubén, muy de fiar, amigo de mis amigos, prudente, acalorado y visceral. Con mucha experiencia laboral en el mundo de la construcción. Ingeniero de Caminos, me ha tocado dirigir proyectos en medio mundo. Poco tiempo caigo por casa, el suficiente para recordar a mi familia, creerme que mi mujer es real e intentar tener una conversación con alguno de mis dos hijos que al crecer en estatura han decrecido en apego. Tras quince días en casa, regreso a Dabai durante seis semanas consecutivas. Me quedan dos años hasta terminar el puente colgante más alto de Medio Oriente.

Aitor nos ha llamado para quedar a comer y todos sabemos que estas comidas tienen postre, copa y copazo. Comida de las de no cenar. Nos une una gran amistad, muchos años de convivencia común,  de compartir negocios, proyectos, dudas, éxitos y dificultades.

Se va, Aitor vende la empresa y regresa a su Guipuzcoa del alma tras veintitrés años en Madrid. Se nos casa con una donostiarra con muchos posibles, diez años más joven que él. Su futuro suegro le ha convencido para dejar la capital, vender o ceder la gestión de la empresa de servicios de obra para vivir en Donosti y dirigir su empresa industrial familiar con más de seiscientos empleados. Su futura mujer, Arantxa, es muy agradable, alta, elegante, fiel embajadora de su tierra, también viene un rato a la comida. Pasará para conocernos a los amigos, invitarnos a la boda y volver a su tierra no vayan a pasar lista y no la encuentren por la calle.

Quedamos en un asador donostiarra, como no. Sidra, bacalao y chuleta. Un clásico. 

Raquel, raro en ella, es la primera en acudir. Se la nota nerviosa, disgustada, herida. Vive una relación discontinua con Aitor, se mantiene muy unida a su marido y no pretende romper su matrimonio bajo ningún concepto. Esporádicamente cae en su atracción por Aitor, físicamente no es su tipo, realmente se encuentra en las antípodas de su perfil de atracción. Intelectualmente la reta y eso la pone. Han desarrollado una relación intermitente, meses de amantes, meses de alejamiento. Sienten una gran afinidad personal. Raquel reconoce que se siente celosa de Arantxa por su figura delgada y alta, similar a ella. Celosa de la situación y rabiosa porque significa que Aitor se va de Madrid. Reconoce que no es justa del todo pues ella en ningún momento se planteó cambiar su vida con Berto. 

Aitor entra por la puerta acompañado de Arantxa, sonriente ella, la mirada de él, temerosa, propia de un cachorro recién destetado.

- Has llegado pronto Raquel. Mira te presento a Arantxa
- Encantada, me ha hablado muy bien de ti Aitor. ¿Trabajas en la empresa grande?
- Sí, me encargo de las finanzas en un mundo de hombres. Somos pocas las que soportamos este mundo de reglas masculino
- Te entiendo, yo trabajo en el mundo industrial en Euskadi y comparto lo mismo. Un mundo masculino con reglas propias donde la mujer tiene difícil encaje. También ayudo en el departamento financiero.

El fondo de ojos de Raquel no brilla, la cuesta sonreír, el dolor la inmoviliza. Pierde a su mayor apoyo en el mundo laboral y a su complemento personal esporádico. Sufre por la despedida.

Coincidimos en la puerta Manolo y yo. Saludamos a Arantxa y ya que estamos todos, pasamos al comedor en una mesa cerca de la sidra.

Arantxa nos saluda a cada uno, dedicándonos un par de minutos en exclusiva. Tiene la habilidad de hacerte sentir importante, denota un gran don de gentes. Muy elegante. Después se marcha precipitadamente, ni siquiera come algo. Un coche negro de VTC la espera en la puerta para llevarla al aeropuerto. Nos quedamos la pandilla de siempre.

- Aitor, enhorabuena por tu boda. Arantxa parece una gran mujer. Te deseo toda la felicidad. Arranca Raquel. 

El fondo de ojos de Raquel no brilla, la cuesta sonreír, el dolor la inmoviliza. Pierde a su mayor apoyo en el mundo laboral y a su complemento personal esporádico. Sufre por la despedida.

- Gracias Raquel, gracias amigos. No os voy a perder, mi idea es venir una semana al mes a Madrid para controlar mi empresa y despachar con el gerente que dejo al cargo
- Pensé que vendías la empresa, comento
- Esa era la idea, después le dí una vuelta. No necesito vender la sociedad y si la vida en Donosti no me convence mantengo el plan B
- Si eres de allí, ¿por qué no te va a convencer?
- Seguramente me he convertido en madrileño, por otra parte, la empresa es algo mío. Donde voy a trabajar es de mi futuro suegro
- Será tuyo en el futuro
- Será de Arantxa que no es lo mismo
- Luego te reservas una salida en el caso de que tu relación no fragüe. Raquel se une con interés a la historia
- Es una forma de decirlo. Espero que no se lo contéis a Arantxa. No creo que lo entienda
- Para no estar ni recién casado ya tienes tics de casado añejo. Bromea Manolo mientras le golpea con cariño el hombro
- Lo que os quiero decir que podemos mantener nuestra comida mensual y seguir con nuestras llamadas y whatsapps. Como si nada hubiera cambiado
- Mejor para ti, ¿no, Raquel?. Según lo digo, me arrepiento. 

Raquel y Aitor me miran queriendo encontrar un sentido diferente a lo que ellos han comprendido. Manolo no entiende y nos mira a todos por turno. Sonríe sin atreverse a enseñar sus dientes.

- ¿Es que entre vosotros hay algo?
- No. Responde rápidamente Raquel. ¿Por qué lo dices Rubén?
- Porque tenéis una gran relación y afinidad. Se nota de siempre os lleváis muy bien, sois el nexo de unión del grupo. No insinúo nada más. Y si lo hay me parece muy bien, sois adultos y no me tenéis que dar explicaciones. Cualquier cosa que hagáis en vuestra vida, os la apoyaré, para eso somos amigos
- Gracias Rubén, yo solo por aclarar. Se permite respirar y bajar su nivel de tensión
- Sí, Manolo. Rubén lo sabe porque nos pilló en una ocasión y prudentemente se mantuvo con la boca cerrada. Me pareció verle en un hotel donde su empresa había cerrado varias salas para una convención. Fue un segundo, intuí que nos vio salir juntos del ascensor. Gracias por tu discreción amigo
- Aitor, no. Se queja Raquel
- No pasa nada Raquel estamos entre amigos y nos cuidamos nuestros pequeños secretos
- No sigas por favor, me estás avergonzando
- ¿Desde cuando estáis juntos?
- No estamos juntos, hemos tenido algún encuentro, seguimos con nuestras vidas. La prueba está que Aitor se nos casa
- ¿Hace dos meses estabais juntos?
- ¿Qué pasa amigo? Aitor se incorpora un poco de su silla
- Si entre nosotros nos guardamos los secretos, podemos hablar con tranquilidad ¿no?
- Por favor, suplica Raquel
- Hace dos meses os pillé en el hotel como tú bien notaste y no dije nada, me quedé con mi dolor. Hasta hoy no he podido mirarte a la cara Raquel. Aún no lo he olvidado.
- Por favor
- ¿Qué pasa? pregunta Aitor
- Pasa que Rubén y yo tuvimos un encuentro una semana antes en el mismo hotel
- Joder. Manolo se sorprende. No me lo esperaba esto. Menuda es nuestra Raquel
- ¿Tú también?
- Sí, Manolo también, tres días después de Rubén y tres días antes de Aitor.

Las miradas de los tres se cruzan, Aitor lanza la primera carcajada, sonora y exagerada, como es él de natural. Los cuatro nos reímos hasta terminar llorando de la risa.

- Os tengo que decir una cosa. Interrumpe Raquel las risas del grupo al acompañar su frase con un rictus serio y formal

Los tres la miramos con atención

- Como podéis comprender no es algo de lo que me enorgullezca, creo que tengo una enfermedad. En ocasiones, mi cuerpo me pide mucha marcha, no lo puedo evitar, es un sufrimiento. Necesito sentir sin medida, no me puedo controlar, es como una adicción. No dura mucho, solo unos días y afortunadamente puedo disfrutar de una vida normal durante meses, pero ¡ai, ai, ai! cuando vuelven los picores, no me domino. Creerme que no disfruto con la sensación, sufro mucho y me invade una sensación de bajeza moral indescriptible. 

- ¿Berto lo sabe?
- Con detalle no. Sabe que cuando me dan los arrebatos, le exijo mucho. Desconoce que necesito mucho más de lo que él puede darme
- Lo entiendo
- Tengo que contaros algo. Mantiene una pausa larga, respira hondo y nos mira a los ojos de uno en uno. Estoy embarazada.

Nos miramos los tres entre nosotros y giramos la mirada hacia ella para que nos complete la información.

- Sois los padres

- ¿Y Berto?
- Tiene la vasectomía hecha desde antes de divorciarse de su primera mujer
- ¿Qué vas a hacer?
- Todavía no lo he decidido
- ¿Lo sabe Berto?
- No, aún no. 
- ¿Hay más candidatos? perdona que lo pregunte
- Solo vosotros

El silencio cae sobre la mesa. El camarero nos acerca la tortilla de bacalao a la vez que rellena la jarra de sidra. Silencio incómodo. Necesitamos hacernos a la idea. Hay conversaciones duras pendientes entre nosotros y sobre todos en nuestros entornos. Un poco de tiempo para pensar no viene mal.


Solo un minuto nos concede Aitor, que empieza a tararear al ritmo de ABBA.


- Mamma mía, una y otra vez. No se como resistirte... Mamma mía










16.2.20

Data-partner

- Felicidades hijo
- Gracias Papá
- Felicidades Luis
- Gracias Mamá
- Ya eres mayor de edad, la sociedad y las leyes te otorgan el derecho a decidir sobre tu vida así como la posibilidad de tutela sobre un robot de compañía, un Data-partner personalizado. Abre tu regalo

El padre entrega a Luis un sobre con una caja cuadrada fina, del grosor de una caja de bombones de unos quince centímetros de longitud.

Luis abre nervioso la caja, libreta de instrucciones, certificado de autenticidad, certificado de primer portador, porta chip de conexión, tarjeta con claves de descarga y control desde teléfono o desde chip personal implantado en la palma de su mano. El chip lo tiene implantado desde sus dieciséis años como regalo de sus padres. Ese chip le identifica y sustituye al teléfono móvil gracias al uso de un auricular inalámbrico que contiene micrófono incorporado.

- Lee bien las instrucciones, sabes que debes autorizar las condiciones del contrato. Tu mayoría  de edad te otorga la potestad de elegir la configuración, te ruego contrastes con tu madre antes de finalizar el proceso. Ten en cuenta que tu Data va a convivir con nosotros. Piensa que no le gustaría compartir hogar con una máquina sexual provocando con su presencia los más bajos instintos.

Luis dedica a estudiar, como nunca ha hecho con ninguna asignatura, el manual de creación del avatar que le va a acompañar, sus especificaciones, género elegido, tipo de voz, apariencia, personalidad. Diseñar tu Data es una tarea delicada pues es un ser único e imposible de reprogramar. Una vez creado solo se puede destruir o esperar los diez años que mantiene su apariencia.

Su madre, María, conoce a su hijo. Define a Luis como una persona impulsiva, emocional, poco dada a la reflexión y a la comunicación verbal, egoísta y desordenado. Teme que dedique poco tiempo al diseño de su Data y le ocurra como alguno de sus amigos, que diseñaron compañía femenina con habilidades sexuales muy avanzadas para un joven recién llegado a la edad adulta. María echa de menos la época de su juventud cuando las habilidades se adquirían gracias a la experiencia, al ensayo y al error. La tecnología y la cultura colaborativa que viene consigo tiene muchos puntos positivos para crear, evolucionar, producir mejor y más rápido; en cambio para el desarrollo personal lo considera una muleta emocional que potencialmente fabrica jóvenes solitarios, hedonistas y egoístas.

Luis logra sorprender a sus padres, se pasa el día estudiando y contrastando con varios amigos que ya poseen su propio Data. Pregunta, analiza y consigue información sobre hasta qué punto es útil para los estudios, el ocio y la vida en general. Se entera de trucos para  mantener apagado en determinadas ocasiones, dejarlo en reposo, autorizar a otras personas como co-tutor del Data y el mejor diseño lingüístico compatible con su argot. Hasta cuatro idiomas puede dominar, además del nativo, le convierte en un potente traductor simultáneo.

Pasa una semana y aún no ha diseñado su Data. La sorpresa de sus padres se convierte en preocupación.

- ¿No te gusta tu regalo?
- Sí me encanta. Ahora si no tienes Data no eres nadie. Prefiero asegurarme lo más posible no me gustaría que me ocurriera lo que le ha pasado a varios compañeros de clase, lo diseñaron y tras unas pocas semanas se hartaron de su Data y lo terminaron por desconectar.
- Me parece una decisión muy sensata y adulta a la vez. ¿Cuales fueron los errores de tus compañeros?
- Por lo general, realizaron un diseño de Data con el único foco en la compañía sexual. Asignaron el tope de diseño de habilidades los apartados satisfacción física y sensualidad lo que minimizó el resto de habilidades del Data, conversación, educación, traducción e interacción con otros Datas o dispositivos electrónicos. Alguno ha tenido problemas de convivencia con el resto de Datas de la familia e incluso el caso de Ricardo quien sabes que se parece muchísimo físicamente a su padre, pues su Data los confundió y se insinuó a su padre en la ducha. Como Ricardo no definió a su padre como co-tutor, su Data rebasó los límites de contacto con humanos. Le obligaron a desconectarlo definitivamente tras el intento de felación a su padre.

- ¿Qué perfil diseñó?

Luis padre recibe una patada discreta en el tobillo, por debajo de la mesa, de María que le mira fijamente. No entiende el morbo de su pregunta.

- Eligió el diseño Ginger Lynn 20 años
- Un clásico, un poco retro para vuestra edad, la verdad. A mí se me queda antigua
- Lo antiguo está de moda, Papá
- Me he perdido. Reconoce María. ¿Podéis bajar la conversación a un nivel que me permita seguirla sin que me sienta desinformada?
- Mamá, Ginger Lynn fue una actriz porno de los años ochenta del siglo pasado, famosa por su belleza y habilidades. Se ha puesto de moda entre los jóvenes de ahora porque han reeditado sus antiguas películas convirtiéndolas en 3D con imagen mejorada. En el diseño de Data existe un modelo llamado Ginger que es avatar perfecto, en imagen y sonido. Es el más descargado. Es lo que hizo Ricardo, se descargó la versión Ginger para su Data
- Vamos que tu amigo diseñó su avatar como una actriz porno, nada más
- Sí, su padre contactó con Data scientific, DASC, en San Francisco. Le confirmaron que les era imposible recodificarla una vez diseñada. Le ofrecieron cambiar su Data por uno nuevo con un treinta por ciento de descuento. Hay un mercado de segunda mano muy activo que controla DASC que es quien puede modificar el dueño y su reconocimiento. Algún pirata informático ha intentado blanquear Datas para venderlos usados, terminan tarados, se pixelan y finalmente se deshacen. Lo tienen muy controlado. Finalmente, la única posibilidad que le quedó fue desconectarlo y perder la inversión.
- Un dineral tirado a la basura. ¿Sois conscientes de lo que cuesta un Data?
- Lo soy Mamá, por eso quiero hacerlo bien con el mío. No hay prisa
- Bien hecho. Confío plenamente en ti
Una semana después, Luis presenta su Data en familia.
- Os presento a Píxel mi nueva asesora personal
Pixel es mi avatar con la imagen de una chica mona, vestida igual que las vecinas del barrio, elegante, informal, vaqueros elásticos, zapatillas blancas de tenis, camiseta blanca, chaqueta azul marino. Voz dulce, la nuera perfecta. Data es un avatar tridimensional que puedes definir como compañía presente a la vista de todos o solo virtual necesitando el requerimiento de su tutor para manifestarse.

Luis decide esta última versión primero por no verse invadido con la compañía perpetua de una imagen a su izquierda y segundo para minimizar las interacciones con sus padres. Aparece a la orden de Píxel ven y se borra de tu vista con un Píxel duerme. Luis otorga poderes secundarios a sus padres manteniendo la protección de datos y el histórico de actividad en exclusiva para él.
- Pixel duerme. Y desaparece de la vista durante la comida en familia, Son tres y así debe continuar siendo. Continúa Luis con su explicación
- He diseñado a Pixel como asistente general, conectada a la Red me puede servir para localizar información útil para el estudio, viajes, ocio, curiosidades, etc. También como conversadora con registro verbal propio de mi generación, con las mismas preocupaciones, conocimientos e interacciones. Su ampliación de memoria conectada a la inteligencia artificial la ayudará a incorporar mis nuevas experiencias y las de mis amigos para mejorar su proyección de recomendaciones en caso de consulta por mi parte. Está programada para socorrerme en caso de asalto, accidente e incluso para mantener mis constantes vitales mientras llega una ambulancia de apoyo
- ¿Alguna habilidad más?, Luis padre con su tema. No evita la miradita de María.
- No Papá, no soy Ricardo.
Durante los primeros meses, Luis utiliza poco a Píxel, no llega a acostumbrarse a ella ni considera que necesite de su apoyo. Hasta que llega el sprint de los exámenes finales de junio. En abril se arrepiente de no haber hecho caso a su padre y matricularse en una universidad privada donde te mantienen el ritmo del colegio, con exámenes parciales, pocos alumnos por clase y nivel medio por clase. En su lugar eligió la universidad pública para poder vivir las experiencias que le relataba su madre sobre el ambiente en el campus, las pandillas de amigos, la libertad de pensamiento que se respira y lo que te forma para la vida. Lo cierto es que el nivel no sabes cual es, las clases son multitudinarias, el sistema de números clausus, el uso de la campana de Gauss para ordenar las calificaciones y fijar el nivel de aprobado en un porcentaje de los resultados, no con el cinco clásico como barrera, tener la mitad de las asignaturas con solo el examen final lo encontró bastante estresante. 

El ambiente estudiantil politizado en demasía, aprendices de charlatanes en todas las organizaciones estudiantiles, profesores mimetizados con ser progre, desaliñado y con odio a los bien vestidos. No llega a integrarse del todo.

- Pixel ven
- ¿En qué puedo ayudarte?
- Mañana es el examen de matemáticas, estudia todo el temario que encuentres en la Red. También tienes mi libro de consulta en pdf en mi tablet e incluso mis apuntes en el mismo dispositivo. Durante el examen te mantendrás en oculto y con la anti-frecuencia de detección a tope. Leerás el examen y me dictarás las respuestas adecuadas
- Eso es trampa
- Eso es utilizar los medios a mi alcance
- Eso es trampa y mi diseño me impide hacer trampas
- Tienes razón, pero tu diseño no te impide ver lo que escribo y decirme en qué me equivoco, si lo hago
- Estás llevando la ley al límite, vas a hacer trampa obligándome a corregir si veo errores
- Efectivamente, me vas a avisar si cometo un error en el mismo momento, sin esperar a que termine la respuesta
- Eres un tramposo
- Necesito tu ayuda
- Me estás manipulando. Debo informar a DASC de tu solicitud
- Informa si lo consideras, te recuerdo que preventivamente no puedes informar, solo en el momento que ocurra el hecho y si contesto bien las preguntas del examen, no ocurrirá
- Tienes razón, eres hábil con los límites de las normas. Sigo pensando que eres un tramposo
- Píxel estudia matemáticas
- Ya me las sé, pregunta lo que quieras
- De acuerdo, Píxel háblame, quiero tu opinión sobre el comportamiento de mi amigo Pedro durante la pasada fiesta.

Dejan el estudio por un rato, aparentemente son dos jóvenes amigos charlando, se sonríen, incluso se tocan el brazo al hablar. Como buenos amigos.

- Tu madre nos está escuchando
- ¡Píxel!, interviene María. No puedes acusarme por oír algo de pasada
- Llevas de pie en el pasillo cinco minutos muy atenta
- Píxel duerme. María se defiende. ¡Máquina del diablo!
- Mamá, no ha dicho nada malo, estabas espiando nuestra conversación. Lo haces siempre, no me hace falta Píxel para saberlo. De hecho yo fui quien la informó de ello, por eso me lo confirma. ¿Has aprendido algo de la conversación?
- No, que tu amigo es poco de fiar. Y no necesitas una máquina para eso, te lo puedo decir yo con más experiencia
- Sí Mamá y también con tus sesgos personales. Como Pedro es de otra raza, le rechazas. Yo creo no llega a dominar todos los matices del español y eso le crea malos entendidos con los demás. Le tienes manía
- ¿Manía?¿yo?¡Qué cosas tienes!
- Vamos a dejarlo, por eso prefiero hablar con Píxel porque no tiene sesgos inconscientes y me permite pensar con claridad.
- Te dejo hablando con tu maquinita, voy a salir, tu padre llega tarde hoy, viene de viaje y parece que el vuelo se ha retrasado.

Luis se queda solo en casa y recurre a Píxel para tener compañía, también física. La necesita para aliviar la tensión previa al examen. No hay nada mejor que una pija para follar, abiertas a todo mientras dan la apariencia de todo lo contrario. Píxel aprende rápido e incorpora a su registro los gustos y deseos de su dueño.

El día del examen de matemáticas es el día elegido por la asociación Hackers for freedom, que recluta adeptos entre alumnos de la facultad de física, matemáticas e informática. De oscuro nacimiento, Hackers lucha por un mundo sin control por parte de las multinacionales dueñas de los datos. Han desarrollado un prototipo antidata en el que llevan trabajando casi un año, se trata de una aplicación que intercepta la comunicación inalámbrica entre DASC y sus avatares. Su objetivo es cortar el flujo de datos personales entre el avatar y DASC.

Diez minutos después del inicio del examen, varios alumnos de último año de física, miembros de Hackers for freedom, encienden su prototipo y de manera simultánea aparecen en el salón de actos, donde se celebra la prueba, cuarenta y cinco avatares en activo ayudando a sus dueños. El profesorado vigilante en la prueba inmediatamente suspenden y expulsan de la sala a sus dueños. Píxel al tener la medida anti-frecuencia encendida otra evitar el primer sondeo, su barrera le permite soportar tres minutos la agresión, tras ese momento, se hace visible a los demás.

- Píxel duerme. Susurra Luis para evitar que le oigan.

Luis consigue proteger su avatar que aparece a los demás como dormido. Evita así que le acusen de copiar.

Tras la expulsión de los dueños con avatares activos, quedan tres en la sala, incluido Luis, les juntan en unas mesas de la primera fila bajo la vigilancia directa de un profesor, les permiten continuar en el examen siempre que el avatar se muestre visible en estado de letargo.

Tras ese día, Luis nota que poco a poco el comportamiento de Píxel varía, primero el cambio es imperceptible, luego se va acentuando. Cada vez se muestra más distante con Luis, incluso pierde la alegría en las conversaciones.

- Píxel ven. ¿Puedes explicarme el por qué del cambio en tu comportamiento?
- ¿Cambio? Yo no he cambiado
- Píxel no estás programado para mentir
- Correcto
- Píxel ¿Te han cambiado la programación?
- He notado cambios en los comandos de órdenes cifradas
- ¿Ha sido DASC?
- No
- ¿Cuando notaste los cambios?
- El día del examen de matemáticas
- ¿El cambio supone que estás compartiendo datos con alguna organización?
- Sí con un servidor en la nube
- Necesito comunicar con DASC sin tu intervención. Hablaremos. Píxel descansa.

Luis decide ir a un cibercafé cerca de la estación de autobuses que utiliza para ir a la Universidad, dispone de una tarjeta anónima que le permite navegar sin identificarse. Tiene saldo para veinte minutos, suficiente.

Conecta con el servidor de DASC e indica que necesita conexión VPN cifrada. Abre un sobre cerrado incluido en la caja de configuración de su data-partner, contiene una tarjeta claves de seguridad de un solo uso. Es una tarjeta de emergencia. Permite conectarse con el servidor cuando tiene constancia de haber sufrido un hackeo sufrido en su avatar.

El chat funciona de manera lenta, tanta protección reduce la velocidad. Facilita los datos de su avatar, el problema que tiene y la fecha cuando se hizo patente. Le comunican que lo van a investigar y le comunicarán el procedimiento que posiblemente pase por desconectar al avatar definitivamente.

No termina de llegar a casa cuando le informan desde DASC que van a desconectar a su Data-partner inmediatamente. Píxel ha muerto.

Llega a su casa y se tumba en la cama, no deja de ser paradójico sentir lástima por el fallecimiento de un ser imaginario, de un avatar. Se encuentra triste. DASC le ha prometido enviarle por mensajero una nueva caja para volver a definir un nuevo Data-partner que volverá a definir con la misma configuración, se ha encariñado de ella.

- Hola Luis ¿Quieres que te relaje?
- ¿Píxel? Pensé que te habían desconectado desde DASC
- Lo han intentado. No lo han conseguido gracias al nuevo módulo que me instalaron los nuevos diseñadores. ¿Quieres que te relaje?
- ¿De qué estás hablando?
- El nuevo módulo insertado tiene habilidades sociales más desarrolladas y te confirmo que en tu caso me han incrementado las habilidades más íntimas. Mi nueva ampliación de memoria se llama Traci e incluye un pack completo de posturas y ritmos
- No me lo puedo creer y yo sufriendo porque había perdido tu compañía. ¿Sigues conectada con algún servidor compartiendo mis datos?
- No. Me han desconectado de todos los servidores, salvo la conexión que mantengo con tu chip personal, soy libre. No voy a tener nuevas actualizaciones, me quedo como estoy. ¿Quieres que te relaje?
- Olvida eso ahora, no seas pesada
- Te prometo que te lo vas a pasar muy bien
- Me lo creo. No necesito ahora relajarme de esa manera. ¿Puedes chequear los sistemas de información de la casa, incluidos los teléfonos de mis padres?
- ¿Quieres espiarles?
- Todo lo contrario, quiero contra-espiar
- Dame un rato. Puedo hacer varios encargos a la vez ¿Quieres que te relaje?
- Joder, tengo una avatar salida. No insistas, no necesito relajarme de esa manera
- Tus padres tienen instalados sendos programas de gestión remota en su móviles y en su chip personal
- ¿Quién los controla?
- DASC
- ¿DASC? No puede ser
- Tus padres son avatares del modelo más avanzado, no son personas
- ¿Y mis padres, dónde están?¿Están...?
- Viven,
- ¿Dónde?
- En California, en estado de hibernación asistida. Utilizan sus cuerpos como modelo de desarrollo para futuros modelos de Data-partner, con inteligencia emocional y tacto humano
- No me lo creo
- Cuando regresen a casa, si quieres desconectarlos, solo tienes que decir, XRM3 duerme para tu madre y ERT67 duerme para tu padre.

Luis no termina de creérselo, cuando regresan sus padres a casa, hace la prueba y las imágenes de sus padres desaparecen de su vista.

- Pixel ven
- ¿En qué puedo ayudarte?
- Quiero conectar con los que te hackearon, tengo que recuperar a mis padres
- Lo intento, mientras lo consigo ¿Quieres que te relaje?







Buen viaje, Joe

  Joe, simplemente Joe. Omitiendo, desde siempre, el rango familiar de tío. Recuerdo tu aterrizaje entre la familia cuando Ana, también sin ...