Mostrando entradas con la etiqueta relato. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta relato. Mostrar todas las entradas

4.6.20

Me voy al banco







Quiero ir al banco, necesito ir, para mí es algo irresistible. Desde que nos confinaron a todos en casa para evitar males mayores echo de menos mis rutinas, mis paseos por el parque, jugar a la encontradiza para echar un rato con la Eulogia, la Marta o la Ascen; corregir al conserje sus maneras de limpiar la escalera y el poco brillo que saca al pomo de la puerta, ir a comprar los viernes cuando más gente hay en el mercado. Con lo que me gusta a mí hablar con todos mientras esperamos.

E ir al banco. No soy millonaria, ni mucho menos. Son tan amables, como los de las alfombras esas que anuncian todas las mañanas en la radio. Siempre te atienden con una sonrisa, la empleada de caja me conoce por mi nombre y todo. Me gusta ir, siempre se aprende algo.

Esta mañana he madrugado para ir de las primeras, como te distraigas se forman una cola larguísima que  te obliga a dedicarle toda la mañana. Cuando he llegado a la puerta de la sucursal, ya esperaban tres clientes. Dos viejos, uno de ellos acompañado por una sudamericana pendiente del equilibrio del mayor que con mano temblorosa se apoya en un bastón. Y un joven con mono de trabajo. Aguardo mi sitio en la fila. En diez minutos, justo antes de la hora de abrir, calculo que somos cuarenta para entrar.

Mantienen la costumbre de los primeros días del confinamiento de abrir la puerta y permitir el acceso de uno en uno. Va rápido, en tres minutos me permiten pasar. Me dirijo a la caja, Nieves, la empleada que siempre me atiende no está, en su lugar se encuentra un hombre cercano a los sesenta que con aire torpe y cadencioso realiza el trabajo demostrando poca habilidad. Debe estar sustituyendo a Nieves y se ve que él no es un profesional de la caja.

- Buenos días ¿En qué puedo ayudarla?
- Vengo a hacer un donativo en la cuenta de la parroquia de San Valero
- ¿Sabe la cuenta?
- No
- Podría haber realizado la transferencia desde la aplicaron del móvil o desde el cajero automático sin necesidad de esperar la fila
- Yo con esas cosas no me aclaro, prefiero que me lo hagáis vosotros. Nieves sabe qué cuenta es
- Nieves hoy no está, me toca a mí y si no me dice la cuenta me temo que no puedo ayudarla
- ¿No puede buscar la cuenta en su ordenador?
- Me temo que sin conocer el titular de la cuenta, no puedo hacerlo
- ¿Estará Nieves mañana?
- Me temo que no, pruebe el lunes
- Bueno pues me voy, ya volveré el lunes

No me importa esperar, total, el donativo mensual de diez euros es lo de menos, realmente me gusta venir y poder charlar con los del Banco. Como es muy pronto, no está ni la panadería abierta, regreso a casa con paso lento en la esperanza de encontrarme a alguna vecina con la que poder charlar.

En la puerta de mi urbanización, ya con la llave en mis manos, dispuesta a abrir, escucho a mi espalda que me llaman

- Rosa, Rosa

Me giro y veo a mi antigua cuñada, hermana del aburrido de mi ex. Sole. Con ella siempre me llevé bien, es alegre, lista, despierta. Todo lo contrario que su hermano. Cuando le mandé a tomar vientos, me llamó Sole para decirme lo bien que había hecho por dejar a su hermano. No la veía desde hace un par de años.

- Sole, ¿eres tú? Con esto de las mascarillas, todos parecemos forajidos
- Sí, soy yo.
- ¿Qué haces por este barrio?
- He venido a verte. Pero no estabas en casa.
- He ido al banco, pero pasa, ven te invito a un café. Estarás sin virus ¿no?
- Sí estoy bien, tranquila

Ambas caminamos a poca distancia una de otra. Un comportamiento extraño, impropio de nosotras, en un par de meses, este virus ha cambiado nuestro comportamiento social. Lo habitual era que Sole y yo fuéramos cogidas del brazo, muy juntas. 

En mi cocina, mientras termina de preparar el café y las tostadas, Sole me cuenta el motivo de su visita.

- Te veo muy bien Cuñada
- Ya no soy tu cuñada
- Para mí siempre serás mi cuñada. Mira resulta que mi hermano se ha ido con el virus este
- ¿Qué hermano?
- Tu Manolo
- No lo sabía. ¿Cómo fue?¿Cuándo?
- A finales de marzo, se fue en un par de días
- Joder, me da pena, pobre hombre
- Como no os hicisteis papeles, eres su viuda
- Nosotros nos casamos por la iglesia y eso no se deshace. Otra cosa es que ya no le aguantaba en mi vida y le eché de mi casa
- Lo cierto es que dejó testamento y tenemos que ir al notario para abrirlo
- ¿Cuando?
- Hoy
- Tú siempre con las prisas, me podía haber avisado antes ¿no?
- Me enteré ayer por la noche y he venido a verte a primera hora, no quería darte la noticia por teléfono y antes de la hora de dormir. Sé lo mucho que te cuesta coger el sueño.
- Si yo de esto no entiendo, ¿Qué me pongo?¿Debo ir de negro?
- No lo veo necesario, la verdad. Hemos quedado a las once de la mañana. Si no entiendes algo, el notario lo explicará

El testamento resulta que es muy complicado, acciones, dos casas, un plan de pensiones, un seguro de vida e infinidad de detalles para repartir entre sobrinos. Todo el patrimonio me lo deja a mí, que le eché de casa. Me sorprende.

Mañana tengo que ir al banco para que me expliquen qué hacer, vaya lío. Joder con Manolo, no sabía yo que tuviera tanto dinero. Mañana al banco, seguro que la Directora me empieza a hacer caso.

Mañana a madrugar, de nuevo al banco. Organizaré mi herencia, veré que hago con el dinero. No están los tiempos para derrochar. El donativo, puede esperar.

31.5.20

Un mundo nuevo. Capítulo 11




Tom Richardson tamborillea rítmicamente la pared con sus dedos de la mano derecha, desde el meñique hasta el pulgar, con ritmo cadencioso. Un gesto de impaciencia que no pasa desapercibido por Susan. Tom es un excelente profesional de los Servicios de Inteligencia, su ideario político más cercano a los demócratas no le impide trabajar sirviendo a su país y a su Presidente, aunque este sea Marllow. Sinceramente no le cae bien, le considera un charlatán poco preparado con modales chabacanos impropios a los que considera que deben ser apropiados para representar a todos los americanos. Le reconoce sus éxitos en la defensa de la economía de la primera potencia gracias a su capacidad de negociación y de sacar de su situación de comodidad a cada interlocutor. Situación que sabe aprovechar para ganar ventaja en cada negociación. El papel de Tom y los Servicios Secretos es fundamental para conseguirle información utilizada con habilidad por John en cada encuentro internacional. Desconoce para qué le ha llamado el Presidente, con tanta premura, sabiendo que estuvieron ayer reunidos. Susan le hace un gesto afirmativo, puede pasar al despacho oval. 
- Tom, saluda John acercándose a él afectuosamente.  
Richardson acostumbrado a sus saludos más fríos, acentúa sus sensores de defensa. Intuye que le va a pedir algo diferente y complicado. 
John Marllow le indica con el gesto que prefiere hacer la reunión en los sofás del centro de la estancia. Una vez sentados ambos cada uno en un sofá, enfrentados sin mobiliario entre ambos, el Presidente adopta una postura de cercanía, sentándose en el borde del asiento e inclinando su cuerpo hacia el jefe de los espías, su lenguaje corporal indica cercanía, importancia y confidencialidad. 
- Tom, gracias por venir tan rápido, ha surgido una oportunidad para nuestro país, me gusta contar con tu acertado criterio para valorar todas las posibilidades. 
- Haré lo que pueda, John 
- Ayer comentamos los movimientos de tropas del ejército chino, cómo nos ha sorprendido la capacidad china de mimetizar y ocultar de tantos miles de soldados y de equipos. Esta mañana a primera hora me ha llamado Ivanov para ofrecerme una colaboración entre ambas naciones para defendernos, coordinar sabotajes con el fin de reducir el poderío militar chino. Me propone informarnos al nivel personal entre Presidentes de todas las acciones que realicemos en China buscando realizar operaciones complementarias. 
Tom mantiene la mirada fija en su Presidente con el brillo lejano, está pensando, valorando. John le conoce, le permite analizar y valorar todos los aspectos, es por ello por lo que le es de tanta utilidad. Su cerebro analítico y lejos de los filtros de ideología es precisamente lo que más valora John de su colaborador. 
- John, evitaría fiarme de Ivanov. Ya nos ha demostrado en numerosas ocasiones que es poco de fiar. Le recomiendo no transparentar acciones realizadas en China. Respecto al movimiento de tropas, ya estamos trabajando en el terreno con nuestros agentes, en el momento en que tengamos datos concretos se los haremos llegar. Puedo entender la preocupación de Ivanov tras el ascenso a la vicepresidencia de Li Nao, ferviente y reconocido belicista quien de iniciar un conflicto comenzaría con Rusia con quien comparte miles de kilómetros de frontera. 
- Nuestros agentes en China ¿a qué se están dedicando? 
- Tenemos equipos de información básicamente. Nos facilitan movimientos, estrategia tanto militar, como política y empresarial. Nos anticiparon de situaciones comprometidas con el plagio de nuestro avión de combate, de su versión casi idéntica del iphone y de los movimientos de oposición política en Hong Kong. Disponemos también de un equipo operativo dormido y de otro, vigilado por los Servicios Secretos chinos, en la embajada. Mucho menos de lo que tenemos en Rusia o en cualquier otro país. Estamos en situación de inferioridad. 
- Si tú fueras Ivanov, ¿Cuáles piensas que serán sus primeros pasos?
- Eliminar a Li Nao y echarnos la culpa a nosotros. Enredar con los manifestantes de Hong Kong y sabotear sus satélites de comunicaciones. 
- Sin duda, tienes razón 
- Y ¿Cómo reaccionará Xiao Pi si matan a su Vicepresidente? 
- No me sorprendería que Xiao Pi haya ascendido a Li Nao con el único objetivo que eliminar su influencia. Aparentemente se mostrará enfadado, en realidad estará encantado de no tener que compartir poder con una estrella emergente que en pocos meses le quitarían de en medio. 
- Avisar a los chinos de nuestras sospechas no parece lo más aconsejable, aunque sí deberíamos asegurarnos que una vez actúe Rusia todos los indicios apunten claramente a Moscú. 
- Ya tienes encargo para tu Agencia, debemos localizar y vigilar a los agentes rusos en china para asegurarnos poder dejar evidencias claras que se trata de un ataque ruso. 
- Imagino que los agentes de Ivanov fabricarán un relato con pruebas para incriminar a América 
- Razón de más para anticiparnos 
- Me pongo en marcha, ¿ordena algo más? 
- Espera, no te vayas. ¿Cómo lo hará Rusia?¿Cómo matarán a Li Nao?
- Lo tengo que pensar, lo más probable será simular un accidente, debo analizarlo con mis expertos en Rusia y en China. Cuando tengamos una hipótesis, se la hago llegar 
- Gracias por todo Tom y por venir tan rápido. 

Tom sale de la Casa Blanca en su coche oficial, se mantiene pensativo, su mirada perdida analiza la conversación mantenida con su Presidente. Olor a crisis mundial, peligro de guerra, China ha entrado en el corral como el tercer gallito, muchos gallos para tan pocas gallinas. Toca prepararse para la guerra para evitar el conflicto. Convoca desde su smartphone una conferencia para media hora más tarde con los responsables de Rusia y China. Avisa también el jefe de operaciones de la Agencia. El encargo es complejo, difícil y en un país donde no es fácil pasar desapercibido, los chinos se fijan mucho en sus vecinos. El tráfico en el centro de la capital le permite llegar al edificio principal de la Agencia en menos tiempo de lo acostumbrado. Tiene quince minutos, antes del inicio de la conferencia, para centrar sus ideas. 

Iván ha conseguido una pequeña furgoneta con el cajón cerrado y rotulado igual que las utilizadas por la compañía eléctrica. Observó que es bastante habitual que esas furgonetas permanezcan en el mismo sitio estacionadas durante un par de semanas, tiempo suficiente para darle cobertura. La tiene a ciento cincuenta metros de la residencia oficinal de Li Nao, le permite realizar un seguimiento de la vida en el barrio y de las costumbres del Vicepresidente. Es hombre muy regular en sus rutinas, propio de su condición militar. A la misma hora sale de su domicilio para dirigirse a Palacio, le espera siempre el mismo coche oficial conducido por el mismo soldado, aparentemente no cuenta con escolta. Sin embargo, dispone de vigilancia de protección, reconoce a un jardinero y a un conserje que todos los días franquean la calle en cada extremo, sus complexiones físicas y sus posturas le dicen a Iván que se trata de soldados entrenados. Sin embargo, en el trayecto hasta el palacio no ha podido localizar ningún refuerzo similar. A las seis de la tarde regresa puntual el Vicepresidente en el mismo coche con la misma compañía, en ese momento no se divisa al jardinero, el conserje curiosea por la calle desde unos minutos antes. Un soldado armado con un subfusil le recibe en la puerta de su domicilio. Tiene seguridad en el edificio. Analizará el trayecto del coche oficial para detectar puntos débiles en su seguridad. Tras una larga semana en el interior de la furgoneta, decide salir a estirar las piernas, vestido con un mono de trabajo de la compañía de electricidad, recorre un centenar de metros en dirección contraria a la vivienda vigilada. No ve nada extraordinario. Regresa a la furgoneta, se sienta en el sillón del volante y marcha para buscar un nuevo aparcamiento para continuar la vigilancia del trayecto diario de su objetivo. Cada noche a las ocho envía por mensajería del teléfono su informe diario explicando a Olga mediante fotos actuales que sigue con su trabajo. El día que tenga previsto actuar se lo notificará enviando un vídeo de tantos como circulan en las redes sociales. 

Ira y Yuri han sido destinados por Olga a la ciudad de Wuhan, ambos mantienen su imagen de matrimonio joven sin hijos. Les formaron como enfermeros en la academia militar, les han dado títulos oficiales chinos de enfermería y con ellos tienen nuevo empleo en el hospital general de Wuhan. Su labor en informar de la evolución de una nueva enfermedad, desconocen de qué se trata y sus síntomas. Durante su primera semana en el hospital se hacen conocer y se relacionan con sus nuevos compañeros de igual manera que haría un nuevo al entrar a trabajar en un nuevo centro. Similar a Iván, envían diariamente a Olga una foto por el WeChat, el Whatsapp chino. El día que evidencien noticias, deben enviar un vídeo que será la señal para que Olga se ponga en contacto con ellos.  


Adolfo regresa a su tienda con paso lento, saboreando cada bocanada de la fría mañana, sin parar de sonreír, saluda a varios vecinos con los que se cruza, les conoce a casi todos según la fecha y su costumbre compran alguna de las flores propias de la celebración. Rosas el Día de la Madre y en San Valentín, ramos variados los mismos días y en el último miércoles de cada mes, día de la ofrenda a la Virgen del barrio, muchos crisantemos el primero de noviembre y eso que la costumbre se ha ido relajando cambiando estos por claveles, más variados y más económicos. Siente un cosquilleo cada vez que ve a Laura que le invita a repetir, la ha ofrecido comer juntos al mediodía, será mañana porque hoy tiene comité y parece algo importante. Observa en la puerta de la tienda a Juan Pedro su becario de Fundación Oxiria, pobre chico, le está esperando pacientemente. 
- Buenos días Juan Pedro. Al chico le gusta que le llamen por su nombre completo, nada de Juan a secas, ni JuanPe, ni nada por el estilo. 
- Pensé que estabas enfermo y no ibas a venir. Te he llamado a tu teléfono y no me has contestado. 
Revisa su móvil y asiente con la cabeza. 
- Disculpa, no lo he oído, vengo del banco y me he entretenido un poco. Vamos a abrir y a preparar la tienda que hoy es día grande con la Virgen.  


El coronel Alexander Petrov localiza a Olga, quiere hablar con ella, el General Volkov les está apremiando, considera que los preparativos para la operación se están demorando en demasía. Quiere resultados pronto. La desaparición de las tropas chinas ha puesto muy nerviosos a los mandos militares rusos. Nadie se explica cómo pueden desaparecer trescientos mil soldados y todo su armamento. No consiguen localizar las tropas, ni interceptar comunicaciones militares, los satélites militares rusos, un tanto desfasados, no les facilitan imágenes concluyentes. 
- Esther. Mantiene su tapadera de periodista israelita, ¿cómo está tu primo?¿Se encuentra bien tu tío, cómo va de su enfermedad? 
- Está cuidando de su padre, se teme lo peor en unos días 
- Espero que se alivie cuanto antes y deje de sufrir
- Hace lo que puede por darle calidad de vida extremando sus cuidados 
- Deseo que sea rápido por el bien de todos. 
Luego cambian de conversación sobre aspectos periodísticos con tal de mantener la cobertura de su agente. Olga entiende el mensaje y envía un mensaje por WeChat a Iván, la imagen de un chico corriendo. Es suficiente. En segundos recibe la respuesta. “La carrera será en 4 días”

25.5.20

Un mundo nuevo. Capítulo 10



Ivanov descuelga su teléfono seguro, mantiene el color rojo elegido por los mandatarios de la extinta Unión soviética. Sobresale entre el resto de aparatos de comunicación. Pulsa la tecla 1 tres veces y espera con paciencia mientras repasa en su reloj de muñeca la hora local, las cuatro de la tarde en Washington son las nueve de la mañana. Conoce la rutina de su homólogo americano. A las ocho y media trabaja en el despacho, sus fuentes le han confirmado que tiene la agenda apretada desde las once de la mañana, ahora está libre de compromisos. Tres tonos después, Marllow descuelga animoso. 
Buenos días, Vasili, buenas tardes para ti  
Buenos días John, espero no molestarte  
Sabes tan bien como yo que hoy tengo una mañana tranquila.  
Desconozco el significado de esa palabra, tranquila. Nunca he experimentado esa sensación, debe ser desconcertante no preocuparse por nada ni tener que tomar decisiones 
Te noto muy filósofo esta mañana, ¿En qué puedo ayudarte? 
No te llamo para solicitar ayuda, te llamo para proponerte una alianza - ¿Alianza? 
Sí. Creo que a ambas naciones les interesa que seamos socios 
Venga, dispara 
¿Cómo interpretas la desaparición de divisiones enteras que se mantenían cerca de la frontera con Rusia? 
Desconcertante, al menos 
Desde Rusia llevamos mucho tiempo vigilando sus movimientos en la frontera, en ocasiones hemos llegado a pensar en intervenir en legítima defensa ante la amenaza más que evidente de su disposición a lo largo de la frontera. 
Me imagino. Hemos seguido los acontecimientos, seguramente con menos interés que vosotros y también nos ha sorprendido tanto movimiento de tropas en la frontera como la desaparición de esas divisiones con todo su armamento. ¿Qué propones? 
Compartir información e interferir en China de manera coordinada, combinada o complementaria, igual me da. Con el fin de neutralizar la amenaza. 
Parece que la amenaza más real es contra Rusia 
En un primer momento, sin duda. Coincidimos que los chinos son insaciables 
Coordinar esfuerzos nos cuesta demasiado y debemos dar muchas explicaciones, recuerda el ejemplo de Siria. Propongo realizar acciones desestabilizadores que se complementen. De esta manera, actuaremos dentro de nuestras habituales toma de decisiones. En apariencia se tratan de acciones sin relación alguna y siguiendo patrones de intereses patrios individuales. Deberíamos ponernos ambos en común las acciones una vez al mes para valorar la escalada o no de acontecimientos 
Brillante, John, así lo haremos.
Tras colgar, Vasili no puede evitar sentir un frío descendente por su espalda. La coordinación mutua depende mucho de la capacidad de apertura de información que demuestre cada líder. Sabe que la franqueza no es el fuerte de John Marllow. Y de él, tampoco. En el fondo, hagan lo que hagan ambos, molestarán y mantendrán ocupados a los chinos. En el fondo es el objetivo, obligar a China a dedicar recursos y tiempo para defenderse es un manera de retrasar su expansión. 

John Marllow cuelga el teléfono y se mantiene pensativo, aparentemente Rusia teme a China. Eso bien llevado puede ser una oportunidad para América. Sus más serios rivales enzarzados entre ellos. Hablará con la Agencia, una idea empieza a alimentarse en su cerebro. Anota unas breves notas de la conversación entablada con el dirigente ruso, sin conclusiones ni ideas adicionales. Solo escribe los hechos como lo haría un historiador, evitando dejarse influir por el ambiente. 
Aprieta el interfono para solicitar la presencia de Susan, comprueba por su reloj que tiene media hora antes que la agenda decida su día. 
Hola Susan, ponme con Tom Richardson quiero hablar con él en privado en un hueco que me fabriques hoy 
Estuvo ayer aquí 
Lo sé, los temas que tenemos que tratar no se despachan por teléfono, que venga. ¿A qué hora le decimos? 
A las 13:30 decide Susan tras consultar la agenda presidencial, tenemos quince minutos antes de prepararnos para la comida con veteranos de guerra 
¿Veteranos?¿De qué guerra? 
Me temo que de todas. Son diecisiete veteranos. Solo será un pequeño discurso, un brindis y un par de fotos. Media hora, cuarenta minutos. Después le preparamos la comida en su residencia 
Bien, avisa a la primera dama 
Está avisada 
¡Qué grande es! 

Susan lleva tantos años al servicio del Presidente que conoce el significado de tan buen humor en John. En el fondo lo que peor lleva es la distancia física de su Molly. Cada reencuentro es un bálsamo para John y para el mundo, de manera indirecta. Después de cada contacto matrimonial, las decisiones de Marllow son más pausadas, lógicas y certeras. Hoy va a ser un buen día para América.  

Laura termina la reunión a primera hora de la mañana con sus compañeros de sucursal, descubre en la puerta esperando a que sea la hora de abrir el servicio a Adolfo que la sonríe desde la calle esperando un poco de compasión para dejarle pasar sin esperar los cinco minutos que faltan para la hora establecida. Laura consulta a sus compañeros y la situación de seguridad de la caja con el dinero ya guardado en los servidores y en el cajero automático. Se dirige a la puerta y deja pasar a Adolfo. De manera muy profesional le guía hasta el despacho, una vez dentro y lejos de las miradas del resto, le saluda con un par de besos. 
¡Qué madrugador! ¿Necesitas algo? 
He venido para firmar los contratos de los que me hablaste 
De acuerdo, siéntate mientras los imprimo. Tengo un buen recuerdo de la cena en casa de Ana. No sabía que sois familia. Me lo pasé muy bien 
Y yo, estuvimos hablando toda la noche, dejamos un poco de lado a los demás, no sé si fuimos descorteses y tu marido ¿no se enfadó? 
No es mi marido y no tiene por qué molestarse, ni se enteró
Mientras la impresora va expulsando con ritmo cadencioso las numerosas hojas de los contratos, Adolfo le recuerda a Laura la posibilidad de asistir al partido del sábado frente al Valencia 
Me encantaría, claro que sí. Yo llevo los bocatas 
De acuerdo, ¿Cómo quedamos? 
- Ya hablamos esta semana. ¿Dónde vives tú? 
A cinco minutos andando de aquí, este es mi barrio 
¿Y como vas habitualmente al Metropolitano? 
En metro, es lo más cómodo 
Si te parece, podemos quedar aquí en el metro, yo aparco en mi plaza del trabajo y vamos juntos 
Perfecto, así continuamos la conversación 
Vale, mira ya están todos los contratos con la oferta reflejada. Firma aquí y aquí. ¿No los lees? 
Ya he leído la sinceridad en tus ojos, eres de fiar, no necesito leer tanto papel para que me diga que yo me obligo y el banco me puede. 
Tras la marcha de Adolfo, no puede evitar sonreír al notar que su olor se queda en la mano y en la cara tras los besos en las mejillas. Ay, ay, ay, Laurita, que te gusta el florista.  

16.5.20

Un mundo nuevo. Capítulo 9

Capítulo 9
John Marllow se despereza sentado en el borde derecho de su enorme cama presidencial, en el otro extremo de la almohada descansa gracias a las píldoras, Molly, quien regresó a la residencia oficial el día anterior para una breve época de convivencia. Coincidieron a la hora de acostarse tras una cena en la intimidad. Un lujo escaso que ambos supieron disfrutar. Compartir lecho, abrazarse en la posición de la cucharita, embriagarse con el perfume de su pelo cerca de su cara, el calor de sus cuerpos que se reconocen tras el alejamiento, un cóctel de emociones y sensaciones que les llevó a otra época sin poder y con más tiempo para trabajar para la familia. Sus cuerpos se reencuentran, sin necesitad de hablar, ni tan siquiera de mirarse a los ojos, sus pieles al rozar construyen su realidad, su reencuentro, su reconciliación tras semanas de alejamiento y poca comunicación. Las pieles de ambos siempre se entendieron, ese roce es el origen de su unión. 
Se conocieron en la universidad y tras una noche loca, sin recordar muy bien cómo, terminaron compartiendo lecho, a Molly no le atraía especialmente John, era un chico simpático y emprendedor, amable con ella y aún así no le atraía físicamente, sus gustos naturales la hacía sentirse atraída por los morenos y John era demasiado blanco. Esa noche compartida supuso el inicio de una vida, no la entró por los ojos, ni por el oído, fue la suavidad de su piel y cómo se compenetraba con la suya lo que la convenció. Sus pieles se necesitan y se atraen. Ambos tactos decidieron. 
Esta noche ha ocurrido lo mismo, ambos son conscientes de que su comunicación fundamental no es la verbal ni la visual, necesitan tocarse. Anoche se tocaron y volvieron a unirse. Con mucho cuidado para evitar despertar a Molly, John sale del dormitorio dispuesto a ducharse en otro baño, tiene una mañana de esas que la pereza es tu peor enemigo. Reunión tras reunión. Un día de despacho, lo que más aborrece de su cargo, la esclavitud a la mesa presidencial. 
Su primera reunión con el Director del Servicio Secreto, un funcionario correcto, perfectamente vestido con un traje de sastre inmaculado de lana fresca con seda. Elegante y eficaz, se fía mucho del criterio de su jefe de los espías. De la información que le transmite nacen muchas de sus decisiones. Le hace llamar una vez que toma posesión de su despacho, entra solo con su imagen de caballero inglés portando un maletín de cuero al que debe tener mucho cariño por lo desgastado que luce, nunca utiliza el maletín oficial. 
- Señor Presidente, saluda con tono de respeto 
- Buenos días Tom, siéntate por favor. 
Tom Richardson elige la silla más a la derecha sentándose frente al Presidente. Abre con parsimonia su cartera y saca dos carpetas iguales de color azul oscuro con el escudo de la agencia en el centro. Entrega una a su Presidente, deposita su cartera en el suelo apoyada sobre la para delantera derecha de su silla. 
El informe semanal tiene tres partes, la primera es un análisis sobre las reacciones ocurridas en nuestros rivales tras la celebración de la Cumbre, seguida de otro informe sobre el incumplimiento de los acuerdos previos por parte de China y Rusia. La tercera sobre riesgos bélicos recomiendo analizarla con el Jefe del Estado Mayor quien espera en la sala anexa a que Vd le haga llamar. 
John asiente mientras abre la carpeta con aparente interés, en el fondo su cerebro le recuerda que Molly con toda su piel, totalmente desnuda, descansa en su cama a escasos cinco minutos andando de distancia. ¡Qué pereza! Con aparente interés comienza a seguir las explicaciones de Tom sobre la actividad posterior a la Cumbre en cada una de las potencias rivales. La entrada del General en el despacho le despierta de su letargo intelectual, hablar de guerra siempre entretiene un poco más. Tom con su noto monótono y la información tan extensa ha conseguido adormecerle, el General tiene un tono más alto, más enérgico y suele hacerle reír. 
- Señor Presidente 
- Buenos días General, pase y siéntese, por favor. 
Tom aprovecha para facilitar otra carpeta al Presidente y al General con información más detallada de carácter militar e inicia su argumentación. 
- Este informe muestra minuciosamente la disposición de tropas y el estado de las mismas a lo largo de la frontera China con Rusia. En los últimos meses hemos podido comprobar movimientos de tropas y armamento de manera ininterrumpida hasta conseguir dotar de un contingente de ataque muy bien preparado, esta información la recordará de pasadas reuniones. La novedad se ha presentado en el último mes, China sin encontrar razón aparente ha rebajado su presión militar en la frontera y ha retirado tropas y armamento pesado. 
- Seguramente Xiao Pi considera que Rusia tiene claro que el potencial de China, al menos, le iguala. No necesita más que aparentar para evitar una escalada con Rusia. Apunta John. 
- ¿Y las tropas que ha retirado, dónde se han dirigido? El General manifiesta su visión militar. 
- En la actualidad lo desconocemos, han sido capaces de diluir de nuestros sensores varias divisiones completas, es como si se hubieran volatilizado 
- Una división no se puede ocultar así de repente, más difícil es esconder varias. El General no se lo puede creer. ¿De cuánta tropa estamos hablando? 
- Trescientos mil con su armamento aéreo y terrestre. 
- Es imposible esconder semejante número de soldados y su equipamiento. ¿Sus agentes qué dicen? 
- Tenemos la sospecha que empiezan a mirar hacia el este 
- ¿Japón? Pregunta el Presidente 
- América, replica el General. 
Es la única explicación que encuentra por su convocatoria junto al Servicio Secreto. 
- Tom, necesito confirmación de esta información que no deja de ser una especulación poco fundada. John ordena sus ideas a toda prisa antes que el ardor guerrero de su General empiece a diseñar planes. 
- General, ¿Su servicio de inteligencia puede ayudar para comprobar la situación de las tropas Chinas y sus intenciones? El lunes próximo quiero verles a ambos aquí, de nuevo, con más información. Mi jefe de Gabinete se encargará de ajustar la agenda. Buenos días señores. 
Ambos salen del despacho con caras tensas. Disponen de poco tiempo para conseguir más información veraz. John no se conforma con suposiciones quiere pruebas y las quiere en cuatro días.  


Laura disfruta de su desayuno en soledad, el fútbol llamó pronto a Miguel eso la permite prolongar el tiempo para degustar su tostada, disfrutar de su café intenso y leer la prensa en su Ipad mientras el sol de la mañana acaricia su espalda. Hoy va a ser un buen día, ese sol de invierno incapaz de calentar la mañana ilumina el cielo de Madrid, la ciudad con más luz del universo. El cosquilleo del sol en su espalda la anima a olvidar la lectura y concentrarse en sus cuidados de belleza, un rápido vistazo a sus manos la convence de comenzar con sus uñas, el esmalte está un poco deteriorado por el trabajo con el ordenador durante la semana. Se levanta por su bolsita de cuidado de uñas, empapa una bola de algodón en disolvente para conseguir el milagro, frotar cada extremo de sus dedos y el esmalte rojo desaparece dejando ver la naturaleza perfecta de sus dedos, estilizados y armónicos. Dedica con parsimonia un minuto largo a cada extremidad. Su mueca feliz al terminar su trabajo confirma que queda satisfecha con el resultado. Decide que hoy no se los va a pintar, esta semana descansa de color, le gustan sus dedos sin la nota de color. 
Mientras repasa con el corta-uñas y la lima cada dedo su mente viaja a la velada de la noche anterior, se pasó la noche hablando con Adolfo. Un chico interesante con esa mirada de brillo melancólico, su voz la hipnotizó sin ser capaz de separarse de él en toda la velada. Algún comentario jocoso recibió de Ana, no quiso darle importancia, tampoco quiere reconocerlo, su cuerpo se lo recordó por la noche antes de dormirse se acordó de él, le gusta Adolfo. Le parece un hombre muy interesante. Despistado, amable con una conversación entretenida y unas manos muy bonitas, ella siempre se ha fijado mucho en las manos de los hombres. Manos fuertes, delgadas y afiladas como las de un pianista. Descubrió que se las cuida, detalle que no le pasó desapercibido. Sin ser guapo, atrae. Debe tener siete años más que ella, una buena diferencia de edad. Recuerda que comentó que es muy del Atleti y dejó en el aire poder coincidir alguna vez en el Metropolitano. No estaría nada mal, verle en acción animando al equipo. 
Sus tareas de embellecimiento la demandan, ahora es el turno de las piernas, repaso o depilación. El trabajo la aleja de sus recuerdos, su cabeza organizadora se centra en la comida de hoy y en el plan de la tarde.  La comida será sencilla, no tiene ganas de complicarse sabiendo además que Miguel vendrá magullado y cansado del partido. Muchas patatas fritas y un buen trozo de solomillo hará de Miguel el más feliz de la tierra. Tiene tiempo, hasta las dos de la tarde, toda la mañana para ella y sus sesiones de belleza. Su teléfono móvil descansa en el mueble de la entrada del piso, cada fin de semana se olvida de él, es su ejercicio mental para descansar de la dependencia que siente por él cada día laborable, el viernes por la tarde le castiga al ostracismo. No ve el mensaje que le envía Adolfo. “El sábado próximo Atléti-Valencia, tengo un abono libre porque mi hermano Pedro no puede venir, ¿Te apetece?”. Hasta el lunes no lo contestará. 


Iván pasea por el centro de Beijing, memorizando la disposición de los puestos de policía, los centros comerciales, las aglomeraciones de personas, el tráfico, el adoquinado del firme de los barrios cercanos al antiguo palacio. Realiza el primero de los muchos paseos que va a realizar en los sucesivos días y a diferentes horas para asegurar sus vías de escape para cuando realice su misión. La rodada de los coches oficiales sobre el pavimento de piedra anuncia la llegada de un nuevo convoy oficial. Los adoquines y la cercanía de la entrada oficial obligan a reducir la marcha de la comitiva, un fuerte dispositivo de seguridad vela por el Ministro que viaja en el interior del vehículo principal, situado en el centro de la comitiva. Los ojos entrenados de Iván no desaprovechan la escena, analiza los hechos hasta encontrar sus fallos y debilidades en la defensa de su protegido. No se queda mucho tiempo observando para no llamar la atención, sigue su marcha despacio hasta perderse entre el gentío, viste como uno más de los lugareños, es fácil mezclarse en la multitud. La vigilancia es bastante buena y eficaz, con pocas opciones para que un tercero siquiera pueda acercarse. Cambia de dirección para revisar la segunda ubicación posible para actuar. Andando se encuentra a quince minutos, el bullicio de la calle y los breves rayos de sol que se filtran entre la niebla le animan a seguir a pié disfrutando del ambiente. La segunda opción es una zona tranquila, sin apenas bullicio, se nota que es un barrio oficial, nota la sutil vigilancia con varios agentes de paisano con vestimenta de personal de mantenimiento, limpieza y jardinería. Demasiados agentes que habría que despistar con una buena atracción que les pusiera nerviosos y alerta. No cuenta con la posibilidad de camuflarse en la multitud, en este barrio esa salida no es posible. Las salidas del barrio son rápidas con varios accesos directos a autopistas rápidas. Sin parar de pasear, se dirige hacia la parada del autobús que asoma por la esquina del sur. Regresa a su base. 


Primer Consejo de Ministros tras el nombramiento de Li Nao, sus Ministros afines le muestran su enhorabuena de manera muy ostensible, se sienten ganadores y se anticipan un futuro prometedor. Cuando Li Nao acceda a la Presidencia, confían en ver colmadas sus ambiciones de poder y dinero. La entrada al salón de reuniones de Xiao Pi silencia a todos los presentes, dirigiéndose a sus posiciones asignadas, el Presidente saluda con una breve inclinación de cabeza a sus Ministros justo antes de sentarse en la silla preferente. El orden del día está completo, muchos temas que afectan a diversos ministerios, varias leyes fundamentales para el desarrollo de las comunicaciones, la flexibilidad a comunicaciones y redes sociales extranjeras y la ampliación del presupuesto de gasto militar de manera oculta entre varios Ministerios. Sus rivales americanos ya habían mostrado su preocupación, dos años atrás, al anunciar que el presupuesto de defensa de China alcanza el 1,9% de su PIB con crecimientos anuales superiores al 8%. El objetivo marcado por el anterior Ejecutivo de conseguir un ejército en 2050 capaz de ganar a cualquier nación es lo mismo que presumir que superar en armamento y potencia de combate a Estados Unidos y a Rusia. El objetivo no trasladado a la sociedad mantiene plazos muchos más cortos, 2030 es la fecha que tiene establecido el Gobierno chino para superar en capacidad operativa y de combate a sus rivales. En los inicios de 2020, China supera en un millón el número de soldados que moviliza su rival americano, aunque se mantiene lejos de la capacidad armamentista nuclear y convencional, los esfuerzos por incrementar la Armada y la aviación se hace notar con la botadura casi mensual de un nuevo navío o submarino. China está armada hasta los dientes. Lejos está la época que compraban armamento extranjero, ahora toda su inversión es propia. Un poder enorme en manos del Vicepresidente Li Nao. El dirigente menos templado del planeta con un ejército temible a sus órdenes. 

10.5.20

Época de exámenes





Mi hijo está de exámenes de Bachillerato, su situación me provoca una colección de sentimientos y sensaciones recuperadas en mi memoria. ¡Cómo se sufría de estudiante!¡Cuántas inseguridades!¡Cuánto esfuerzo! Es una vida llena de volatilidad tanto hormonal como de trabajo. Días de estudio intentando comprender temarios que no siempre coinciden con tus habilidades o intereses, adaptarse a las costumbres e incluso caprichos de cada profesor, saberse juzgado por el desempeño en un ejercicio de un poco menos de una hora que define tu nota final y con ella el futuro.

Todos los que tuvimos la suerte de estudiar lo sabemos, conocemos el mejor mundo al que nos encontramos por las mejores y mayores oportunidades que nos brindó la formación. Y también recordamos lo mal que se pasa dedicando el fin de semana a estudiar sin parar.

Detecto déficit de empatía y conciencia de la oportunidad entre el profesorado en esta época llena de obligaciones y tareas a los estudiantes. Lo veo y me sorprende. Seis horas diarias de clase por vídeo conferencia, al final de cada clase, además de la obligación de estudio para afianzar conocimientos y ejercicios para comprender las matemáticas, les llueven trabajos de desarrollo, de investigación, por parejas, en grupos, individuales. Muchos trabajos. Eso es bueno para ellos, es bueno para él. Aprenden a trabajar bajo tensión, con limitaciones temporales, a desarrollarse de manera colaborativa. Será la generación mejor preparada de la historia de España. Aún así, a los profesores, les falta conciencia sobre la oportunidad por el esfuerzo demandado y por el momento elegido. Semana de exámenes, semana de estrés, semana de agobio, semana donde faltan horas y para subir el nivel de tensión, todos esos profesores que desean que los alumnos se preparen mejor, anden por el camino de la investigación, del debate, del contraste, de generar opinión, les oprimen sin piedad. 

los mismos profesores que van a poner a prueba los conocimientos adquiridos en el temido examen, les exigen, en la misma semana, trabajos de investigación, desarrollo y comunicación. 

Uno de los éxitos del buen trabajador es saber organizarse la agenda, repartiendo en el tiempo las tareas, para evitarse tener que elegir cada día entre lo inmediato, lo urgente y lo importante. Los más efectivos y rentables son los capaces de repartir el tiempo y el esfuerzo dedicado para conseguir que todas las tareas salgan a tiempo, con gran calidad, después de haber repartido los esfuerzos a lo largo del tiempo, de esta manera todo se convierte en importante. Una urgencia será siempre una urgencia y como tal , algo imprevisto.

Una pregunta para estos profesores que apabullan a sus alumnos en la sobre demanda de esfuerzos en la misma semana que los exámenes ¿son conscientes de que nos les enseñan a organizarse?

Las estoy contando. Las horas que dedica a sus trabajos y estudio. Todas las horas del día, salvo que dedica a dormir, su higiene o comer. Todas. En sábado y domingo.

La memoria me lleva a cuarenta años atrás, cuando me pasaba lo mismo, periodos de clase a ritmo lento seguidas de semanas de locura donde todo se juntaba. Pensé que la generación actual de profesores había aprendido de los errores que ellos sufrieron como alumnos, al contrario,  repiten las tácticas. 

¡Qué envidia de los tiempos de estudiante! Luego tiene premio, si apruebas a la primera, te esperan cuatro meses de vacaciones. Otro ejemplo de mal reparto del tiempo. Un premio, sin duda, el tener tantas vacaciones. Un disparate, bien pensado.

Me siento orgulloso de mi hijo, le veo centrado, responsable y ambicioso por hacer bien su trabajo, lucha por mejorar la nota media para asegurarse una oportunidad de elección de universidad. Tiene sus inseguridades ante el resultado del temido examen, enfrentándose con las particularidades y caprichos de cada maestro. Se motiva con el premio, él mismo te lo dice, "si dentro de nueve días termino con todo aprobado, ya no tengo nada que hacer hasta septiembre". Un gran premio, merece la pena no desfallecer en el esfuerzo final.

Debería decirle que el resto de la vida será así, que encontrará trabajos donde todo es urgente y cuando lo estás terminando, cambia la idea y hay que volver a empezar. Está aprendiendo para la vida, aunque ese no sea el sentido que buscan sus profesores, ellos solo ven la importancia de su asignatura a la que se notan que aman por encima del sentido del respeto al tiempo demandado en los esfuerzos de sus alumnos. La vida es así, cada uno va a lo suyo. Bien pensado, no se lo voy a decir, no quiero desmoralizarle.

¡Qué tiempos aquellos! Recuerdo mi época de estudiante, viéndole sufrir y trabajar me saltan imágenes de finales felices, sensaciones de alegría al ver las calificaciones, tiempo de vacaciones eternas. Una época feliz y joven. Lo que más recuerdo eran mis ansias por pasar de etapa, mi impaciencia por terminar de estudiar y poder volar solo por la vida. Lo pasé mal y ahora me alegro. Todos esos esfuerzos mal planificados me ensañaron para enfrentarme con la vida, esta que afortunadamente tenemos.

Buen viaje, Joe

  Joe, simplemente Joe. Omitiendo, desde siempre, el rango familiar de tío. Recuerdo tu aterrizaje entre la familia cuando Ana, también sin ...