3.10.21

Ya estamos todos

 




Parece lejano y no hace tanto. Recuerdo el final de la liga 2019-20 que vivimos confinados y los jugadores se tuvieron que hacer a jugar en estadios vacíos. La liga 2020-21 solo pudimos disfrutarla  por televisión animando a la pantalla sin que nuestro aliento se trasladara a los jugadores y aun así quedamos campeones. Comenzamos esta temporada con turnos de asistencia por sectores no siempre bien explicados ni comprendidos. Un avance para los aficionados condicionado por la normativa vigente. Nos sorprendía, visto con distancia, ver estadios en países cercanos con menos tasas de vacunación repletos de público y sin mascarillas. Aquí somos prudentes y vamos poco a poco.

 

Todo llega y desde el inicio del mes de octubre abrieron la posibilidad de completar los aforos de los campos. Para eso nos hemos vacunado ¿no? para ir a ver al Atleti.


El sábado 2 de octubre, partidazo, Atlético de Madrid reencontrándose consigo mismo contra el F.C. BARCELONA en crisis económica, moral e institucional postMessi.


Campo lleno hasta la bandera. Casi setenta mil seguidores rojiblancos huérfanos de fútbol en directo, salvo a los que nos ha tocado la suerte en la ruleta de los turnos. El himno coreado a pleno pulmón coincidiendo con la salida al campo de los jugadores quedó con unos decibelios más bajo de lo habitual por el matiz de la puta mascarilla.


El plan del Cholo estaba avisado, contundencia en las dos áreas. Empezamos un poco dubitativos en la medular sin conseguir imponer nuestro ritmo, destellos de calidad de Joao y Lemar calentaron el ambiente aumentando la esperanza de un buen resultado. Un impresionante control orientado del portugués desarboló a su marcador, le permitió pasar a un Suarez colaborador que supo ver el desmarque de veinte quilates del francés y gol tras esperar a que el portero se venciera.


Tras unos minutos de reacción de un Barcelona mandados por un chaval de diecisiete años, con gran futuro y aún un poco verde para jugar con los mayores, los de la capital catalana echaban de menos a su corazón argentino, a ese que por necesidad económica dejaron marchar y en el campo deja un enorme agujero de calidad.


Se quitó el Atleti esa reacción con otra jugada de calidad de los tres de antes, tras pase a Joao a Lemar que encuentra desmarcado a un Suárez hábil y con grandes dosis de sangre fría que jugó con defensa y portero para definir como un crac. Su corazón deseoso de venganza por el moobing sufrido hace poco más de un año, encontró la paz que otorga la revancha.


2-0 y a la ducha. El segundo tiempo, diseñado por el Cholo, recordó a aquellos Atléticos de Madrid de años pasados en el Calderón. Afianzarse con un pie atrás y encontrar alguna contra. Las pocas que tuvimos murieron en las manos del portero alemán o en carreras o pases incompletos de un todavía falto de forma Griezmann. 


Ganar el partido era importante, batir una estadística también. Por primera vez en la historia el Atleti termina tres partidos consecutivos contra el Barcelona sin encajar un gol. 


Pero esto no es una crónica deportiva, es un canto a la vuelta a la normalidad. Anoche en el Metropolitano rugimos como antaño setenta mil creyentes de la religión del luchar como hermanos, del no rendirse nunca y del esfuerzo como bandera. 


Nos reunimos, de nuevo, tras muchos meses de racionamiento. Ya estamos todos. Para esto nos hemos vacunado ¿no?


Aupa Atleti.


 

26.9.21

Fin de semana en la gran ciudad

 




Reyes, como todos los meses de septiembre planea un fin de semana largo en Madrid. El año pasado por aquello del confinamiento no pudo disfrutarlo. Tres días lejos de la censura y las miradas inquisidoras de sus vecinas del pueblo. Se siente vigilada desde que la pillaron disfrutando de tardes de pasión con Eulogio, su primo segundo por parte de madre con quien siempre tuvo una gran afinidad. No se ennoviaron por el qué dirán y porque necesitaban pedir una bula papal para poder desposarse. Al final la presión social pudo con ellos, sobre todo la presión que ejerció su fallecida madre, prima de la madre de Eulogio.

 

Con el pasar de los meses, a él le emparentaron con Lucía, una niña buena y sosa de la localidad quien curiosamente era heredera de un número incontable de fincas de labor, La marquesa. Un partidazo. Lástima de su poca fogosidad, acomplejada por su pelo pobre y su mirada estrábica hacia la izquierda. Solo un hijo, suficiente para encargarse del campo cuando ellos envejezcan.

 

Los cuerpos que se atraen son como imanes potentes, ya los puedes esconder, vestir o enterrar que si el polo opuesto pasa cerca, terminan por juntarse. Tras años evitándose, coincidieron en el funeral de Asunción, la madre de Reyes y 

tras esos momentos, encontraron escusas perfectas para reencontrar su pasión. Les pillaron besándose en la puerta de casa de Reyes, un descuido por su parte el haber abierto antes de su despedida pasional. La marquesa fue apercibida y ordenó a su marido que tomara distancia de su prima para que no se repitiera. El resto de las vecinas, temerosas de que la perdida de Reyes pusiera su mirada en alguno de sus hombres, la hicieron vacío mientras murmuraban a sus espaldas en cuanto se cruzaban con ella. La temían por su belleza, por su libertad y porque en el fondo no se sentían seguras de sus hombres.

 

Solo encontró comprensión en su amiga Laura, la de toda la vida, que sabía del enorme amor que existía desde siempre entre ambos primos. 

 

Laura, le encargó lotería de navidad comprada en Madrid. Reyes lo hacía solo por su amiga, dedicar una hora de su fin de semana para guardar la cola que se formaba entre turistas de media España para comprar sus encargos de décimos de las apuestas de la lotería navideña. Para hacer más corta la espera de la lenta fila de apostantes, decidió probar sus auriculares nuevos que acababa de comprar en FNAC. Como cada año, su primera compra siempre tenía algo relacionado con la tecnología. Unos auriculares tipo piloto de avión, inalámbricos para poder escuchar con nitidez música o sus series favoritas. En esta ocasión, eligió música de los ochenta. Los auriculares son magníficos, con una calidad de sonido excelente y un aislamiento acústico perfecto.

 

La fila avanza a un metro por minuto y medio, son muchos los apostantes y la compra media supera los seis décimos.

 

Tres días de compras, disfrutar del ambiente e ir al teatro. Ella sola sin nadie que la vigile.

 

Charles sobrevive mal que bien compartiendo un piso minúsculo con otros cinco compatriotas todos procedentes de Nigeria. Tras meses de viaje y trabajos en semi esclavitud para mantenerse durante su travesía, llena de dificultades y peligros, donde se enfrentaron a un oleaje especialmente bravo mientras cruzaban el estrecho. Vio morir a dos niños, una madre gestante y cuatro varones adultos. Charles no sabe nadar y por precaución se ató la muñeca a la barca. Esa decisión le ayudó a conservar su vida a diferencia de alguno de sus compañeros de travesía que en los golpes de mar saltaron fuera de la embarcación siendo incapaces de regresar al bote, ahogándose sin remedio.

 

Para Charles el fin de semana es la mejor oportunidad para vender su mercancía, traslada en una lona de grandes dimensiones bolsos y monederos que imitan el diseño de grandes y caras marcas de moda. Para facilitar su rápida recogida y huida su mercancía está atada a la lona de manera que cuando aparece la policía, es capaz de recoger todo su tenderete tirando de una cuerda y echándose al hombro su tienda en menos de dos segundos para salir corriendo un centenar de metros, los suficientes para que la policía no inicie su persecución. Es más una labor disuasoria que persecutoria. Sus ventas perjudican al pequeño comercio del centro y la imagen que quiere ofrecer Madrid a sus turistas no incluye este tipo de comercio pirata. Cierto es que sus compradores habituales son turistas de provincias con poco poder adquisitivo y que valoran una buena imitación para poder lucir en sus pueblos bolsos de Gucci, Carolina Herrera o Loewe sin serlo.

 

A la salida de FNAC, Reyes dedica unos minutos a observar los bolsos expuestos en la manta. Uno de ellos está ahí por ella, nota su llamada, una copia perfecta de un Coach de color azul marino, discreto y muy ponible. Tras un breve regateo, del que no se siente especialmente orgullosa ni habilidosa, consigue su capricho a treinta y cinco euros. Camina bajando la calle del Carmen hasta que topa con la larga cola de la lotería.

 

–Solo por ser tú, Laura. Me voy la tirar aquí dos horas. –Piensa Reyes mientras asciende hasta el final de la fila.

 

Ordena sus compras, aprovecha para sacar de su caja los auriculares, conectarlos a su teléfono y tras dejar en una papelera la caja y sus instrucciones, reordena sus pertenencias en su nuevo bolso.

 

La música de Nacha Pop, Mamá, Depeche mode y Tequila suenan con fuerza. Sus recuerdos de las noches de baile y fiesta con Eulogio en su juventud le vienen a la memoria al ritmo de los acordes conocidos y reconocidos desde entonces. La fila avanza, ya recupera la calle del Carmen, a escasos cuatro metros de la entrada de la administración de lotería más famosa de España. Repasa el papel donde tiene anotado el encargo de Laura –Un décimo par terminado en seis y que tenga un ocho entre sus otros dígitos y otro con la fecha de su cumpleaños 13764– 

 

La de supersticiones que deben aguantar los vendedores de la administración, sin perder su sonrisa le consiguen sus deseos y sale, siempre acompañada de su música, del local mientras guarda sus décimos en el bolsillo interior con cremallera de su nuevo bolso.

 

Una carrera desenfrenada se inicia en la plaza del Callao, hay un evento autorizado para dentro de media hora y la policía tiene orden de desalojar la plaza de manteros para poder acordonar la zona. 

 

Una patrulla de refuerzo sin experiencia en el centro de la ciudad, es la encargada de expulsar a los manteros, doce nigerianos que venden ropa y complementos en el pico del FNAC entre Carmen y Preciados.

 

Los policía inexpertos persiguen a los manteros más metros de los recomendados. Los nigerianos son fuertes y veloces, huyen de sus perseguidores con determinación, cargando sus grandes lonas donde transportan su preciada mercancía con la que se ganan la vida. Se dividen siete por la calle del Carmen y cinco por Preciados. A toda velocidad bajan la calle evaluando a conveniencia de desviarse hacia la izquierda en cuesta arriba hacia la plaza del Carmen o continuar hacia Sol. Las viandantes se apartan hacia las fachadas evitando la estampida de los fuertes subsaharianos cargados, salvo una mujer ajena al ruido externo por su perfecto aislamiento acústico lleno de música y la mirada perdida buscando la cremallera del interior de su bolso.

 

El choque inevitable se acompaña de gritos de otras personas que con ánimo de prevenir a Reyes movían sus brazos y subían la voz. Primero le rozó el hombro de uno de los corredores que la hizo trastabillarse, el segundo mantero chocó de lleno con ella y sin bajar su ritmo continuó corriendo mientras Reyes perdía el equilibrio e iniciaba su caída hacia el suelo, el tercer mantero, Charles, sin poder evitarlo, golpeó con su rodilla la sien de Reyes de manera que su cabeza giró con fuerza hacia su izquierda con la mirada perdida y sus auriculares volando. Del violento golpe Charles consigue no caer y tras una mirada de reojo ve caer a una mujer y a varios viandantes rodearla para ayudar.

 

Los servicios médicos de urgencia se hicieron cargo de Reyes, evacuándola en ambulancia hacia el hospital más cercano. 

 

La ausencia de noticias en prensa me hace pensar que sobrevivió.

 

Por la noche, metros más abajo, junto a una papelera, un indigente analiza el contenido de un bolso azul y unos auriculares rotos. Dos décimos de lotería, un teléfono móvil y un monedero con trescientos euros. Lo suficiente para vivir un par de meses. La lotería se puede vender a los últimos de la fila de la administración, el móvil también tiene su mercado, lo apaga para que no suene, seis llamadas perdidas de “Lau” y “Eu”. Mañana lo venderá. La documentación de la dueña, al buzón, Correos si quiere se encargará de que llegue a su propietaria.

 

Multitud de personas aisladas compartiendo espacio y tiempo. Muchas de ellas solas y otras muchas aisladas por sus auriculares. La mayoría son turistas procedentes de provincias. Comparten su plan, Primark, comprar lotería, ir la ver El rey león y cenar lo que se pueda. La normalidad de siempre. Terminó la pandemia.

 

Un fin de semana en el centro de la gran ciudad. Reyes, víctima colateral. 

17.9.21

Tu clic

 



Escuché tu clic. Un auténtico privilegio estar tan cerca de ti para ser testigo de ese momento tan especial en la vida de las mujeres.


Ese instante, el más significativo de tu vida para los que te rodean, merece ser recordado contra el hábito de obviarlo.


Todos somos testigos del acelerado crecimiento físico de las niñas que se convierten en mujer en pocos meses, también ocurre que alcanzáis la madurez mental mucho antes que los varones. Quizá por eso sois tan exigentes porque veis las cosas de lejos con anticipación.


Ese fue el clic que sonó, el de tu interruptor de madurez. Sonó como las antiguas llaves de la luz en casa de nuestros abuelos, las que usaban para encender rotando una pieza de unos tres centímetros fabricada de porcelana o de madera.


Una pieza imaginaria que tiene cada niña desde su nacimiento, de un solo uso y que se activa en el preciso momento que se supera esa adolescencia tan rebelde, impertinente y egoísta. 


Ese instante enciende tu luz de la madurez, esa que ilumina para los demás tu presencia, hipnotizando y atrayéndoles con tus opiniones y tu sentido del humor. La salsa que aliña tu belleza completándote como mujer.


Carmen, ayer cumpliste dieciocho años, legalmente alcanzaste tu mayoría de edad. Los que te rodeamos sabemos que la alcanzaste unos meses antes, el día de ese clic.

 

¡Qué momento!

12.9.21

6.575

 



 

Feliz cumpleaños, hijo. Has alcanzado la mayoría de edad. Iniciaste tu historia en 2003 y hoy en 2021 ya eres responsable pleno de todos tus actos. 


El camino no termina aquí, realmente es aquí donde comienza. Todo lo que has vivido anteriormente ha sido formación básica, desde hoy toca avanzar en la vida adulta. Acabas de iniciar una nueva aventura, la universidad. Donde te prepararás para un nuevo futuro, con nuevas amistades, inquietudes y formación específica para tu porvenir laboral.

 

Llevas 6.575 días (1) de aprendizaje, te deseo que durante toda tu vida mantengas intacta la curiosidad por aprender, por mejorar y por iniciar retos. Adquirirás nuevas habilidades que te ayudarán a desarrollarte como profesional y como persona. 


Tienes un fondo de buena persona que te acompañará durante toda tu vida, el día que te creas lo mucho que vales, pilotarás el mundo. Lo tienes al alcance de tu mano.

 

Sigue avanzando, no pares. Lucha por aquello que ambicionas, disfruta de tu camino. Vive, sueña, actúa, yerra, aprende de los errores, levántate, disfruta y sonríe; sobre todo, sonríe. Elige bien a tus compañías. La vida se comparte y con buenas uniones se convierte en plena.

 

Tengo mucha suerte como padre, llevo 6.575 días muy orgulloso de ti.

 

Feliz cumpleaños, Carlos. Eres adulto y sabrás hacerlo muy bien, no hagas mucho caso de mi broma. Adulto con la "L” como les ponen a los nuevos conductores. Eres un hombre con todas las letras.


Firmado papá



 

(1)     18 años por 365 días más 5 por años bisiestos

9.9.21

Desviar la atención

 

    

Es muy difícil mantener el equilibrio presupuestario que exigen nuestros socios comunitarios. Más difícil resulta cuando las presiones internas del partido en el gobierno demandan cumplir sus compromisos electorales y más concretamente en su autodenominada agenda social que no deja de ser una lista interminable de mejoras para determinados sectores de la sociedad con menos recursos, habitualmente los menos productivos para la economía nacional. 

 

La subida del precio de la luz de manera sistemática día a día cultivó durante semanas en el Ministerio de Hacienda un optimismo nacido del trilerismo fiscal. La subida de la electricidad incrementa la recaudación por efecto de su tipo porcentual. El milagro de los números estaba llenando las arcas del estado. Un tipo fijo supone mayor recaudación cuando sube la base imponible en euros. El 20% de 60€ son 12€; el mismo 20% de 120€ son 24€, por este milagro de los números desde el Ministerio de Hacienda sonreían ante la perspectiva del incremento en la recaudación y la posibilidad consiguiente de gastar algo en esa lista de deseos en la mal llamada agenda social. Todos recordamos el refrán, “La avaricia rompe en saco”, pues estos días se ha roto. 

 

Tanto sube el precio de la electricidad que el ruido social reivindicativo es creciente, los noticiarios abren sus espacios con la subida del precio en el mercado mayorista de la electricidad. Todos recordamos lo que ocurre cuando la prensa coge un hilo, le cuesta soltarlo. No hemos abandonado el hilo de la evolución de la Covid por países, comunidades y colectivos de edad. Tampoco han olvidado el aburrido hilo de la perpetua insurrección en Cataluña. ¿Recuerdas el pasado hilo de la prima de riesgo? Ahora ha tomado el relevo el precio mayorista de la electricidad y eso tensiona más a la clase política que utiliza estas noticias en función de sus intereses electorales.

 

Los mismos políticos que han sido incapaces de negociar una tarifa lógica para el consumidor en España permitiendo que el precio se fije por el sistema marginal (el más caro, sin duda), no han sido capaces de explicar que renunciar a la energía nuclear sube el precio del consumo de electricidad en los hogares y empresas. Tampoco han sabido explicar que su única idea para reducir el efecto invernadero de las plantas de generación de electricidad que provocan un exceso de emisiones de CO2 ha sido subir los impuestos lo que también sube el precio del recibo del consumo minorista. 

 

En definitiva y por no aburrir, la electricidad sube sin parar y ha superado el nivel de tolerancia de la sociedad. Esto quiebra la perspectiva del gobierno de recaudar más lo que les permitiría gastar en su famosa agenda social. 

 

¿Existe algo más social que permitir vivir de manera desahogada a las familias y negocios?, ¿Está en las obligaciones del gobierno luchar contra la inflación? La subida de la electricidad tensiona los precios de los alimentos y se traslada de manera inmediata al índice de precios con el que medimos la inflación. Tenemos costes asociados a la evolución de los precios y comprometidos en los presupuestos generales. Las pensiones y los sueldos de los funcionarios. Un incremento de la inflación tensionará más los presupuestos generales del estado por estos dos compromisos, reduciendo recursos a otras líneas de gasto por el destino de los recursos para atender el incremento del coste salarial de funcionarios y pensionistas. ¿Dónde queda entonces la agenda social? 


El gobierno tiene un problema a corto plazo por el ruido mediático que supone enfrentarse cada día a la noticia de haber batido un récord en el precio de la electricidad. Tienen problemas con su mal socio de gobierno que echa de menos las manifestaciones y las pancartas en la calle, posicionándose como la oposición en el propio gobierno y que quiere evitarse el desgaste de la evolución del precio de la electricidad ya que les deja en evidencia ante la hemeroteca. 


Tiene el gobierno un problema a largo porque la inflación les impedirá comprometerse con gastos a futuro ya que ese dinero se lo llevará la subida salarial de la parte menos contributiva con la riqueza nacional y la creación de empleo.  

 

Los errores políticos se tapan con ocurrencias políticas y qué mejor que aprovechar la actualidad para atacar al partido llave en las próximas elecciones, a VOX que puede tener una influencia decisiva para la futura confección de gobierno de centro derecha en las próximas elecciones. Una denuncia por agresión de contenido homófobo ha sido utilizada de manera amoral por el gobierno con un doble objetivo, desviar la atención de la opinión pública sobre la subida del precio de la electricidad y como segundo objetivo, atacar a VOX culpándole de este crimen con el fin de desgastar su imagen y movilizar al desencantado votante de izquierdas.

 

¡Qué mala suerte! Resulta que la denuncia de la agresión ha sido falsa, un chapero para ocultar a su pareja su modo de vida y tras una cita sexual que sobrepasó los limites, se inventó la agresión para justificarse ante su pareja. Lo que no pudo imaginarse, el pobre hombre, era la repercusión que iba a alcanzar su mentirijilla. No pudo adivinar que tanto político tuviera interés en su caso.

 

Dos días más tarde, el caso policial se ha cerrado tras una investigación rápida y sobresaliente. Los políticos de izquierdas se esconden mientras se olvida el papelón oportunista que han tenido estos días o se justifican tras datos de la existencia de otras agresiones.

 

Por supuesto que el gobierno debe luchar para reducir las agresiones homófobas, para erradicar la violencia machista (la mal llamada violencia de género), para erradicar la creciente tendencia en las denuncias falsas de mujeres contra hombres, para eliminar los delitos de odio y para reducir el clima belicista que divide en dos al país. Eso es trabajar con visión a largo plazo. Están más habituados y cómodos creando lemas de campaña, movilizando durante unos días a los ministros para hablar, hablar y hablar. ¿Implantar planes y medidas para solucionar los problemas? ¡Qué pereza! No vaya a ser que cuando empiece a dar resultados esté gobernando el de enfrente. 

 

A todo esto, la luz sigue subiendo sin que se vea toma de decisiones para reducir su impacto. Se adivina que están haciendo números sobre dónde recaudar lo que van a perder por reducir el impacto fiscal en la factura de la electricidad, ya que no tienen la mano ninguna medida más eficaz para reducir de inmediato el coste para las familias. 

 

Querido lector, prepare su monedero porque otros impuestos nos subirán. Reducir el precio de la electricidad, aliviará la inflación y sus efectos perniciosos para la economía, pero el gobierno no se puede permitir el lujo de reducir la recaudación, tiene mucha agenda social donde quiere gastar.


Ay pinocho, últimamente nada te sale bien.

3.9.21

Valor y precio de un libro

 



Existen dos conceptos relacionados entre sí y coloquialmente hasta llegamos a considerarlos equivalentes. Valor y precio. Si avanzamos en la reflexión veremos que cada concepto tiene matices propios que nos ayudarán a diferenciarlos.

 

Precio es la medida en unidades monetarias con la que se cierra el pago de un intercambio comercial. Es el importe en euros u otra moneda al que cerramos una negociación.

 

Valor es el resultado de otorgar un precio imaginario a un bien. Fijamos ese importe en función de nuestro estado emocional, nuestros intereses, ilusiones y gracias a una comparativa de mercado basada en criterios aproximados un tanto limitados de datos contrastados.

 

Un ejemplo muy visual para comprender esta diferencia es la venta una casa, el vendedor le otorga un valor en función de sus expectativas, el cariño de sus vivencias pasadas en la propiedad, las obras de mejora realizadas a lo largo del tiempo y a un sondeo aproximado de mercado que ha realizado preguntando a los conserjes de la zona o entre los vecinos. El agente inmobiliario opinará, basado en su conocimiento del mercado, el precio de venta más ajustado al mismo. Finalmente, el precio será el importe al que cierren la operación de venta. En la mayoría de las ocasiones valor y precio difieren de manera significativa. 

 

¿Qué precio es el justo para un libro? El autor fija un valor en función del tiempo dedicado en su confección, su ilusión por vender y comparando ejemplares similares en temática y número de páginas. ¿Qué valor le otorga el lector potencial?

 

Habitualmente en redes sociales, donde la libertad de expresión alcanza un nivel muy alto, podemos ver solicitudes para conseguir libros gratis e incluso intercambios masivos de títulos. Cito mensajes textuales encontrados en los últimos días en Facebook:

 

–“Quisiera leer algún libro que me enganche, cual me recomiendan?, gracias y si me lo pueden enviar al correo electrónico en e pub lo agradecería”

–“Hola ¿Alguien tiene xxxxxx de xxxxx? para compartir. Gracias”

–“Buenas tardes ¿me podéis pasar la trilogía de xxxxx? Gracias”

 

Prestar libros ha sido, de siempre, una manera de compartir la cultura, en ese caso un libro solía tener una o dos vidas adicionales a la de su comprador. Todos recordamos el refrán que dice “libro prestado, libro perdido” y aun así los prestábamos a personas de confianza. En esos casos existió una compra que sirvió para dos o tres lectores, hasta que pasaba a descansar el ejemplar en una estantería.

 

Ahora de una manera relativamente sencilla tenemos la posibilidad de conseguir copias de libros de manera gratuita, pirateada pero gratuita. Copias ilegales de los libros más vendidos escritos por los mejores escritores, los más comerciales, se descargan a diario sin que de ese tráfico ilegal llegue recompensa alguna al autor.

 

¿Qué precio le estamos dando la cada libro?, cero.

¿Qué valor le otorgamos al trabajo del autor?, cero.

¿Qué valor nos otorgamos como lectores?, infinito.

 

La comparativa de mercado es demoledora, los libros de los autores más reconocidos en formato digital se sitúan cerca de los diez euros, el mismo ejemplar publicado en papel con tapa dura supera los veintiún euros. Los libros de autores con menor reconocimiento se venden a precios inferiores al euro. Incluso muchos de ellos por razones comerciales como promoción de salida, se ofrecen gratis durante unos días con el único fin de conseguir número de ventas que le ayuden a animarse a potenciales compradores que suelen repasar las listas de los más vendidos de la semana. En ese momento su libro digital tendrá un precio inferior a un euro.

 

Los lectores demandan poseer ejemplares de los escritores más reconocidos, de los más premiados o los de moda, pero no están dispuestos la desembolsar cinco, seis ni diez euros por un ejemplar digital, con ese mismo razonamiento tampoco están dispuestos a desembolsar 0,95 euros por un libro de un autor desconocido. En la sociedad del intercambio digital donde conviven con la sensación de que todo es gratis y puede ser conseguido sin pago alguno, el valor que se otorga a cualquier escrito literario publicado es cero.

 

Pregunta a cualquier lector enamorado del formato digital y te dirá que tiene dos o tres mil libros guardados en su ordenador por lo que no ha pagado nada en absoluto.

 

Querido piratilla, ¿has pensado qué valor le otorgas al autor?, ¿qué compensación merece el creador de la obra por la que disfrutas leyendo?, ¿estamos promocionando la esclavitud intelectual donde el autor crea sin recompensa monetaria la historia por la que los lectores disfrutan de las obras de manera gratuita? 

 

¿Hasta cuándo existirá este mercado sin tensiones? Me temo que mientras exista un exceso de oferta, será imposible dominar la piratería.

 

Querido lector, te necesitamos. Emocionalmente disfrutamos mucho cuando vemos cifras de lecturas en el blog, o los comentarios halagadores en redes sociales respecto a lo mucho que les ha gustado una de nuestras obras. También nos gustaría poder disfrutar de una recompensa por el trabajo.

 

La escritura se asemeja bastante al trabajo en el campo. Tardas un año en recoger la cosecha tras multitud de cuidados desde antes de la siembra, arar, plantar, regar, cuidar y tras meses, recolectar. Una novela lleva mucho trabajo previo y posteriormente una gran dedicación, durante meses, redactando y corrigiendo las historias. 

 

Si el escritor vende su producto conseguirá entre un cinco y un diez por ciento del importe de la venta, el resto del precio se lo reparten los márgenes comerciales de editorial y punto de venta, promoción, transporte y gastos. El agricultor verá que vende sus melones a céntimos de euro para después comprobar que en el mercado su precio se multiplica por treinta o más.

 

¿Cuál es el valor del melón?, seguramente su precio en el mercado que, al final, es el que determina la remuneración del productor restando todos los márgenes comerciales y de transporte. El agricultor sueña que ese precio de mercado es su valor aunque su precio sea treinta veces inferior. La oferta y la demanda son soberanas y fijan el precio final. Un precio muy bajo, cierto es. Pero es un precio y algo de ganancia le llega al productor.

 

¿Imaginas decirle al agricultor que debe regalar los melones y ser feliz contemplando cómo disfrutan los comensales del mundo?

 

Los libros no llegan ni a la categoría de melón porque existe un mercado enorme sin moneda de cambio donde se consume sin límite los productos de infinidad de autores a los que no se valoran. ¿Exceso de oferta? Sí ¿Exceso de piratería?, también.

 

Quizá escribir no tiene valor y no merece disfrutar de un precio. Menos mal que los escritores no vivimos de ello.

 

Piénsalo.

 

 

 




Nota final: Me emociona el haber superado hoy las 100.000 visitas, que son lecturas, a este blog. Es increíble conseguir que lean mis relatos tantas personas. Tengo los pies en el suelo y no me engaño, son lecturas gratis. Existe un libro publicado en Amazon con 39 relatos seleccionados entre los publicados en el blog. ¿Su precio? En digital 0,95€ y en papel 13,50€. Da igual, pocas ventas. No tiene valor.

Buen viaje, Joe

  Joe, simplemente Joe. Omitiendo, desde siempre, el rango familiar de tío. Recuerdo tu aterrizaje entre la familia cuando Ana, también sin ...